Este es un tiempo de saldar cuentas pendientes, tanto materiales como emocionales con quienes nos han estado acompañando hasta aquí, pero sobre todo, con nosotros mismos. Estamos cerrando todas las historias y temas pendientes, no sólo de esta vida sino de todas, que pertenecen a la vieja energía y que ya no necesitamos o de otro modo nos harían muy pesado el camino que tenemos que seguir de ahora en adelante. Necesitamos entrar limpios y completamente ligeros de equipaje al nuevo desafío que tenemos por delante, tanto en nuestra misión personal y también como humanidad. Por eso también podemos notar cómo en este tiempo reaparecen viejos compañeros de viaje para recordarnos quienes somos y a qué hemos venido. Volvemos a encontrarnos con personas con las que hemos tenido una unión muy profunda y verdadera. Nos reencontramos con quienes vibran en armonía con nuestra alma. Es el momento de retomar nuestros sueños olvidados y ellos nos ayudarán a recordar muchas cosas.
No batalles, no te resistas a los contratiempos o tristezas que surgen en este tiempo, es limpieza. Fluye y deja que la corriente arrastre lo que queda de lo que no eres y te lleve a fundirte en el océano de tu ser.
Gabriela Collado