Cerro da Vila

Por Legionixhispana

Quarteira. Faro, El Algarve

Nos propusimos recorrer Portugal, aunque, en esa ocasión, sólo podíamos cubrir su mitad. La mejor opción era comenzar, desde el sur dirección al centro del país, aprovechando la proximidad de nuestro punto de partida. Para el año siguiente reservaríamos la otra mitad, cuando, de tierras gallegas, descendiéramos de norte a centro. A primera hora de la tarde habíamos llegado a nuestro segundo destino, después de disfrutar de las ruinas de Milreu. Se trataba de Cerro da Vila, otra villa romana localizada en la turística región del Algarve y a tan sólo veinticinco kilómetros de la anterior. Pero, ¿realmente estábamos ante los restos de otra residencia rústica, tal y como aparecía descrita en las fuentes informativas?

Restos de una villa romana constituida por dos residencias; ruinas romanas de una gran casa noble; villa rústica dedicada a la explotación de los recursos marinos; villa romana altoimperial, cuyas ruinas denotan la residencia de un importante aristócrata de Ossonoba, de quien se desconoce su nombre, así como los restos de las termas, necrópolis y factoría de salazón dependientes al recinto. Estas serían algunas de las descripciones que podéis encontrar en las webs de información turística que mencionan a Cerro da Vila y con la que nos presentamos ante sus puertas. Sólo había que documentarse un poco, leer algunas investigaciones y estudios recientes, para comprender que su concepto no es tan simple y obvio como a priori parece.

Ostium o entrada principal de la villa. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Ya comentaba en el artículo dedicado a la Villa de Milreu que la región del sur portugués cayó bajo control romano hacia principios del siglo II a.C., aunque no sería hasta el periodo augusteo cuando la zona se integre en la provincia de la Lusitania y se reorganice su territorio en tres principales civitate: Balsa (Luz de Tavira), Ossonoba (Faro) y Civitas. La capital de esta tercera civita pudo ser Cilpes, actual Silves, o más probablemente Lacobriga, actual Lagos. El dato no se conoce con certeza.

Vestigios de la Edad del Bronce y expuestos en el Centro de Interpretación de Cerro da Vila.

Los primeros itálicos se asentaron en estas tierras de origen prerromano (se han hallado vestigios de la Edad de Bronce) entre época tardo-republicana e inicios del principado de Augusto, momento en el que se está reorganizando el territorio y las regiones de importancia económica para propósitos romanos aún son inestables. En la parte más elevada del cerro los colonos construirán sus viviendas, fueron estas de carácter fortificado (denominadas “casas fuerte”), como aquellas otras que se levantan en las inmediaciones de las zonas mineras del interior y otros puntos claves. Además, no tardarían en establecer pequeñas estaciones pesqueras aprovechando la proximidad del estuario de la ribera de Quarteira, constituyendo, de esta forma, la base económica de su futuro más inmediato.

Torre hexagonal. Estructura que pudo haber tenido dos pisos, y que probablemente se utilizó como puesto de observación con vistas a la costa, así como a los almacenes. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Cuando llegan estos primeros itálicos a Cerro da Vila, las entradas al mar se extendían a modo de gran estuario. Una enorme laguna rodeaba el asentamiento y sus riberas, como si de brazos se trataran, se hacían navegables hacia el interior de la Lusitania. Como ocurriera en toda la línea de costas de Ossonoba, Cerro da Vila contaba con excelentes puertos naturales, característica propia de la zona que condicionará la construcción de un puerto con vistas a la explotación de los recursos marinos y al comercio de mercancías. Podríamos afirmar, por tanto, que la fundación de este asentamiento se producirá a mediados del siglo I d.C.

Muelle en la zona portuaria. La antigua laguna con sus tranquilas aguas permitió que las embarcaciones llegaran y se abrigasenn fácilmente al Cerro da Vila. Las instalaciones portuarias eran importantes para la economía local como área de almacenamiento para los productos, en particular el condimento de pescado producido localmente, garum, que se trajo aquí y luego se envió junto con aceite de oliva, vino y textiles. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Y ya superado el periodo de reorganización, a partir de época Flavia, se concentra en Cerro da Vila un gran número de pobladores procedentes de otros territorios próximos, además de nuevos colonos llegados de tierras itálicas y galas. Sus esfuerzos se centrarán en asegurar el suministro natural de agua y a la construcción de espacios orientados a la producción pesquera. También se construye la villa, centro rector de estas producciones.

Se levantan termas; se adapta el entorno para la construcción de una gran variedad de piletas destinadas a la producción pesquera (cetariae); se habilita un muelle para carga y descarga de mercancías en las inmediaciones de la villa; y, mediante la instalación de conducciones, se abastece de agua el lugar desde una presa situada a dos kilómetros de distancias.

Sistema de canalización de aguas hacia un conjunto de piletas para la producción de salazones en el entorno del balneario. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Justo al norte de las nuevas termas, la población que ocupa Cerro da Vila construye sus barrios de viviendas, posiblemente de dos pisos de altura, donde habitan y aprovechan muchas de sus áreas para la producción y el almacenamiento de productos.

Estos barrios residenciales no estuvieron pensados para una mano de obra productiva o para aquellos esclavos destinados al servicio en la villa, ni mucho menos. Gran parte de la población que llega y ocupa Cerro da Vila es personal altamente cualificado, cuyo cometido no era otro que la elaboración de un producto de alta calidad destinado a un mercado específico de prestigio. Me estoy refiriendo a la elaboración del tinte púrpura.

Zona residencial o barrio situado al norte de las termas. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Esto es lo que realmente se desconoce de Cerro da Vila. Al norte de los espacios reservados a la necrópolis se construyó un complejo de mucha mayor envergadura que el resto de construcciones del asentamiento: las fabricae. Se trataba de un conjunto de naves donde se elaboraba la carísima púrpura. Estas instalaciones, diríamos que casi industriales, quedaba dividida en dos alas gracias a un corredor central. Dos puertas con forma de torres cuadradas controlaban los accesos y las salidas a estos almacenes. Ahora sí cobra sentido la torre hexagonal que encontraréis en la misma fachada donde se ubicó el ostium de la villa.

Un gran almacén de unos 225 metros cuadrados destacaba sobre el resto de edificios de este complejo. Sólo dos pilares soportaban su techumbre construida con tegulae e imbrices. Los accesos a sus amplios compartimentos quedaban orientados hacia un corredor central. En las esquinas de cada uno de sus compartimentos individualizados se dispusieron las piletas, de tamaño variable – más estrechas y alargadas que las destinadas al garum -, una por sala, con escaleras de acceso al interior y un desagüe en su suelo para el vaciado del líquido contenido.

Zona de producción y almacenamiento visible en el yacimiento. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

No fueron estas las únicas cetariae de la zona de producción, estaban también las destinadas a la producción de salazones. Ahora bien, las utilizadas para la obtención de púrpura no se prepararon en conjunto como las de garum, sino de forma individualizada en cada compartimento independiente.

Desgraciadamente, las instalaciones de púrpura a las que me estoy refiriendo no están abiertas al público. Si queréis comprobar su enorme tamaño, os dejo las coordenadas para que, al menos, las podáis apreciar desde vista satélite (37.081197, -8.118642). Sabed, además, que de las muestras extraídas y analizadas, se ha concluido que no correspondían a restos de pescados, sino a murex, las famosas cañaillas con las que se elaboraba la púrpura y con la que se teñían las togas de los personajes más representativos del Imperio Romano.

Ahora bien, cuando realicéis una visita al yacimiento, algo os llamará la atención. Aparte de las piletas con canalizaciones que encontraréis de camino a la necrópolis, unas enormes instalaciones termales se construyeron entre las zonas residenciales, el muelle y las termas asociadas a la villa.

Natatio. Baños públicos. Un enorme tanque de agua fría o piscina que formaba parte del complejo de baños públicos y al que tenía acceso la población en general. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Este balneario, independiente al de la residencia, era de un tamaño superior a la de cualquier balnea construido en una villa. Por tanto, no estarían consideradas para uso privado, sino público o semi-público. Posiblemente fueran utilizadas por los pobladores de Cerro da Vila, esa mano de obra cualificada antes referida, y para los visitantes que llegaran al asentamiento a través de los navíos mercantes.

Cabe suponer que tanto a las instalaciones de producción intensiva de púrpura que aquí se practicaba, como las de salsa y de salazones, hubiese vinculada una producción local de envasado (fligina) imprescindible para la exportación del producto.

Frigidarium o piscina para el baño de agua fría. Parte del complejo termal para uso privado de los propietarios de la Villa. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

¿Y qué más os puedo contar de este precioso yacimiento arqueológico? No mucho que no aparezca en la información turística del lugar. La villa romana vivirá su mayor esplendor entre los siglos II-III d.C., momento en el que se detecta un auge en su explotación y comercio exterior. Se sabe, por ejemplo, que las fabricae presentan una cronología de producción entre la segunda mitad del siglo II y el siglo V d.C.

Durante el siglo II y, más particularmente, desde principios del siglo III d.C., la zona residencial quedó ampliada. También fue decorada con mosaicos, mármoles y pinturas al fresco con vivos colores en sus paredes. El suministro de agua, elemento de suma importancia aportado desde la presa, será aprovechado para engalanar los jardines con fuentes y estanques, además de su correspondiente repertorio estatuario. Finalmente, la planta de la villa quedó dominada por un comedor central, antecedido por una gran sala de recepción, y conectado este triclinio con los balnea privados a través de un corredor.

Zona del perystilium de la villa. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

No cabe la menor duda de que la captura y el procesado de pescados y moluscos constituyeron la base económica del asentamiento de Cerro da Vila. Su número de piletas nos proporciona una idea significativa de cuál pudo ser su producción, muy por encima de lo que podamos entender como autoconsumo, como al principio creí que me encontraría.

En líneas generales podríamos concluir que durante época imperial las costas de los estuarios de Ossonoba quedaron ocupadas por asentamientos de pescadores, de espacios dedicados a la transformación de las capturas marinas (cetariae) y a las instalaciones de hornos destinados a la producción de ánforas para sus envasados. Cerro da Vila será un ejemplo de elaboración intensiva de púrpura y su sistema, dedicado en exclusiva al salazón, seguirá funcionando durante toda la etapa visigoda y hasta buena parte del periodo musulmán. Decir que otro ejemplo de población productiva ligada a los recursos marinos lo podemos encontrar en Troia, también en Portugal.

Laconicum o sudatorium asociada a los baños públicos. Espaciosa sala abovedada con calefacción que funcionaba como sauna. Cerro da Vila. Quarteira. Faro, El Algarve.

Autor: Javier Nero.

Bibliografía:

  • Cartelería del Centro de Interpretación y del yacimiento.
  • El Territorio de Ossonoba (Lusitania): economía agrícola y economía <<marítima>> (Felix Teichner)
  • Casais Velho (Cascais), Cerro da Vila (Quarteira) y Torreblanca del Sol (Fuengirola): ¿Factorías de tansformación de salsas y salazones de pescado o de tintes? (Felix Teichner)
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