¡Cuánto influye un profesor en sus alumnos! Esta fantástica charla de César Bona nos recuerda la esencia de nuestra profesión y los retos que se nos plantean. Trabajar con pasión e intensidad en el aula. Preguntarnos todos los días cómo es un buen maestro. Tener actitud y contagiar. Este juego no vale para cualquiera. El respeto, la base. Alimentar constantemente la curiosidad. No castigar la creatividad. Hacer que la escuela se convierta en un lugar donde los niños quieran ir. ¡Escuchar a los niños! Conocerlos. Que sean ellos mismos en clase. ¿A ellos qué les gusta hacer? Cambiar nuestra perspectiva de los niños. Cuanto más difícil es el niño, mayor es nuestro reto. Saber encontrar las emociones de los niños. Darles las herramientas para ser felices.
Y lo último, que quiero especialmente recalcar, es lo siguiente: si hay un día que no disfruto con mi trabajo, me cambiaré y haré otra cosa. Ser profesor exige darlo todo de uno mismo. Todo. Recuérdenlo.