Cesáreas: el gran negocio

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Los índices mundiales de partos por cesárea es alarmante; cada año se va incrementando. Sólo en España  se siguen alcanzando unas tasas de cesaréas del 45% en centros privados y un 25% en los públicos, muy alejadas de las que la Organización Mundial de la Salud recomienda: un 15% para todos los países. En Argentina no le andamos en saga: más del 47% de los nacimientos son por cesárea.

La medicalización de los partos es un negocio. Y es un negocio lucrativo. Una cesaréa hecha cuando se debe hacer salva vidas, es un milagro hermoso que exista esta posibilidad. Pero es vergonzoso y horrible, un atentado contra la dignidad y la salud de las mujeres y los niños que se consientan las cifras y las actuaciones innecesarias que hemos sufrido.

Es necesario que se sigan realizando campañas de concienciación, programas de denuncia como este, y que las mujeres de asociaciones de usuarias sigan trabajando al lado de los profesionales concienciados para que esto cambie.

Nacer sin violencia es un derecho, parir sin violencia es un derecho. En estos días de denuncia del maltrato de género se hace necesario recordar que el ensañamiento terapeútico puede llegar a ser un modo de violencia institucionalizado contra las mujeres.

El Gran Negocio

La industria médica es un negocio bastante rentable que de manera increíble, también involucra a la maternidad. La práctica de  cesáreas   injustificadas, representa un jugoso ingreso para las clínicas privadas.

“Al menos 13.000 .000 de mujeres son sometidas cada año a estas intervenciones, innecesarias,” declaró el profesor de medicina de la Universidad de Indiana, Alejandro Arrieta.

La razón de las cifras sería el lucro, la ganancia de los médicos por realizar estas prácticas, estas generarían al menos 7 millones de dólares anuales, según Arrieta.

La desinformación, pese al riesgo de la muerte “la razón de la mortalidad materna es mayor en las mujeres que dan a luz por cesárea”, según la opinión del doctor Luis Távara.

Adrián Díaz, especialista vocero de la Organización Mundial de la Salud opina que “definitivamente hay cifras que son sorprendentes”

Esto se vería aún más en  las clínicas particulares que trabajan bajo el sistema EPS donde las pacientes superan el 70 por ciento cuando este debiera ser de tan solo el 15 por ciento, como máximo.

En 2012, el 70% de los niños ya nacen por ese método en los hospitales privados, y en los públicos, la historia es similar: 41% de los bebés nacen por cesárea, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012.
“A los padres se les pone de pretexto la cesárea por muchos motivos, pero algunas veces son mentiras”, advirtió Jesús Lujan, ginecólogo obstetra, especialista en medicina de reproducción humana y director de la clínica Pronatal.
Y señala que el aumento en las cesáreas tiene varias causas o, pero la más importante es la económica pues, en promedio, los médicos cobran 25% más de honorarios. Y los hospitales privados perciben entre 35 y 50% más si el nacimiento de un bebé es programado.

Aniquilar la Lactancia Materna

Se tiene evidencia de que los infantes nacidos mediante cesárea pueden tener mayor riesgo de presentar obesidad. Primero porque el bebé que es llevado al cunero, recibe fórmula como primer alimento y tanto madre como hijo pierden ese primer momento para hacer una conexión, tanto psicológica como emocional. Adicionalmente, el bebé pierde ese primer instinto de succión al ser separado de su madre.

En su reporte “Más cesáreas y menos lactancia: causas de obesidad” la organización demanda políticas públicas para México que contemplen:

Intervenciones educativas durante la gestación; elección informada basada en la comprensión integral de todas las opciones y de sus posibles riesgos y beneficios; requisito de una segunda opinión antes de realizar una cesárea; definición precisa de las razones para llevar a cabo una cesárea; monitoreo de los porcentajes individuales de cesáreas entre los obstetras de los hospitales e introducción de un sistema de auditoría sobre las tasas de cesáreas).

Cabada explicó que un bebé que es alimentado con fórmula consume alrededor de tres a seis cucharadas cafeteras de azúcar diarias, de manera continua hasta al menos un año de edad. la lactancia natural exclusiva durante los primeros seis meses de vida reduce el riesgo de obesidad, estimula el funcionamiento del sistema inmunológico, protege a los bebés contra la diarrea y las infecciones respiratorias agudas y mejora su respuesta a las vacunas.

La información Salva vidas

Ni un embarazo es una enfermedad, ni un parto necesita una intervención quirúrgica, además, el cuerpo de la mujer está preparado para dar a luz. En cambio, una cesárea suma de manera innecesaria los riesgos de pasar por el quirófano y no aporta beneficio alguno.

De acuerdo con la OMS, la posibilidad de un ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos es 10 veces mayor en un parto por cesárea programada que en un parto vaginal normal.

Uno de los múltiples ejemplos de ello, que se repiten a diario en las clínicas privadas (principalmente) a lo largo y ancho del país, es el hospital Médica Sur, en la capital del país. El 75 por ciento de las madres que ingresan al nosocomio para dar a luz ni cuenta se dan del parto, pues éste resulta rápido, sin dolor, sin esfuerzos ni ritmo de respiraciones.

La cantidad de cesáreas que se practican en los hospitales de gobierno es poco menor, pues el 41 por ciento de los bebés nacen por intervención quirúrgica, aunque rebasa en un 15 por ciento la cifra que la OMS considera como normal.

De acuerdo con la Unicef, éste es un patrón que se repite por toda América Latina y el país que se mantiene en la punta es Brasil.

La cesárea dejó de ser en México una práctica de emergencia para convertirse en una preferencia, pues el miedo al dolor lleva a las madres a elegir esta opción.

No sólo es cuestión de tiempo, pues una cesárea se practica en menos de 60 minutos; también es cuestión de pesos. Un parto por cesárea en un hospitales privados van desde los 17 mil a los 35 mil pesos.

Aunado a ello, los seguros cubren la totalidad de los partos por cesárea, mientras que sólo un porcentaje de los naturales, de ahí que muchas mujeres se decidan también por la intervención quirúrgica.

Cesárea electiva: una moda insana

Cada vez es más frecuente que las mujeres elijan una cesárea para dar a luz aún sin haber ningún motivo médico que justifique dicha intervención. Estos son algunos de los argumentos que utilizan para justificar tal decisión:

  • Con una cesárea evitas la episiotomía. La solución para evitar la episiotomía no es cambiar la cicatriz de sitio, sino procurar que no sea necesario cortar en ninguna parte, para lo cual es fundamental una actitud de respeto por la integridad de nuestros órganos sexuales y favorecer las diferentes posturas que la madre quiera y necesite adoptar en la dilatación y el expulsivo, sin prisas ni intervenciones innecesarias, lo que minimizará los desgarros y sus consecuencias negativas.
  • Te ahorras los dolores de un parto. Efectivamente, la propia operación no duele, ya que hoy en día se trabaja con anestesia. Pero resulta curioso que no se tengan en cuenta los dolores y problemas físicos del posparto (efectos secundarios de la anestesia como migrañas, curación de la cicatriz, dolores al levantarse, etc.)
  • Con una cesárea no te dañas el suelo pélvico. Pero los genitales femeninos están preparados para dar a luz, no se deforman por el estiramiento y al cabo de poco tiempo tras el parto, el periné recupera su tono. Existen además ejercicios para ayudar a que todo vuelva a su lugar más rápido.
  • El bebé nace más fácilmente, sin pasar por la vagina. Suele decirse que los niños nacidos por cesárea, salen más guapos y con la cabeza menos apepinada. Sin embargo ese “apepinamiento” es necesario para ajustarse a la pelvis y no daña al bebe, por eso nace con el cráneo sin soldar, esa es su función, y tras el parto el cráneo sigue desarrollándose y adoptando una forma más redondeada. Lo importante no es tanto la apariencia exterior del bebé, sino su estado de salud real. Pasar por el canal del parto ejerce un efecto de estrujamiento de los pulmones que ayuda a los bebes a expulsar el liquido amniótico que han ingerido o aspirado. Precisamente uno de los mayores problemas de la cesárea y mas de la cesárea programada, porque no ha habido trabajo de parto, es que muchos bebes no expulsan adecuadamente ese líquido y presentan problemas respiratorios requiriéndose su ingreso en UCI.
  • Que las cesáreas electivas sean cada vez más frecuentes, y que sean la elección de algunas famosas, no las hace buenas ni normales. Un buen parto vaginal es la forma más saludable de parir y nacer. Y es de cajón, pues si la naturaleza ha determinado que el canal del parto sea el vaginal, por algo será. El parto vaginal presenta numerosas ventajas frente a la cesárea tanto para la madre como para el bebé, pero para algunas mujeres pesan más la desinformación, los falsos mitos y el miedo que toda la evidencia científica al respecto.
  • El único caso que se me ocurre, en que podría tener sentido elegir voluntariamente una cesárea es precisamente aquel en el que se tenga un miedo exagerado al parto por una experiencia traumática anterior; especialmente haber sufrido abusos sexuales. En ese caso sí existe un “motivo médico” para recomendar la cesárea: antecedentes de violencia sexual, sobre todo en la infancia, pueden poner en peligro el desarrollo del parto. El miedo haría que el cuerpo de la mujer produjese adrenalina y ésta impediría la producción de oxitocina y por tanto las contracciones podrían no existir o ser insuficientes para que el parto llegase a buen puerto.
  • Pero no solo el miedo paraliza el propio proceso, sino aquellas acciones dentro de la atención sanitaria del parto como el desnudar a la mujer y la realización de tactos vaginales que pueden hacer revivir traumas. En ese caso la cesárea sería indicación.
  • Muchas mujeres tienen miedo al parto en mayor o menor medida. Esto es algo relativamente normal, que se convierte en patológico cuando el miedo es tan grande, que lleva a la mujer a preferir someterse a una operación de cirugía mayor antes que experimentar un parto normal. Todos deberíamos reflexionar sobre lo que ha ocurrido y lo que está ocurriendo para que precisamente en la era de la ciencia y la tecnología, en que disponemos de mucho saber para solucionar problemas y hacer los nacimientos más seguros, las mujeres le temamos tanto a un proceso fisiológico para el que estamos preparadas, y que nuestras ancestras han experimentado con naturalidad durante toda la historia dela humanidad. Elsistema sanitario debería trabajar para evitar y solucionar estos miedos, antes que facilitar la cesárea a todo aquel que la pida, pues la cesárea eliminaría el síntoma pero no curaría la enfermedad.
  • Luego está quien simplemente quiere una cesárea por comodidad, para acomodar el nacimiento de su hijo en su apretada agenda o algo por el estilo. Esta es una decisión que no debería tomarse a la ligera con tanta frivolidad. Creo sinceramente que, parto vaginal y por cesárea no son formas de parir intercambiables, entre las que se pueda elegir como quien se plantea la disyuntiva entre comer carne o pescado o ir de vacaciones a la playa o a la montaña.
  • Probablemente alguien aparezca enarbolando la bandera de la libertad y diga que hay que respetar todas las opciones. A estas personas les preguntaría: ¿alguien está teniendo en cuenta lo que quiere el bebé? Porque si los bebés pudiesen hablar y alguien les preguntase, seguro que contestarían que prefieren mil veces un nacimiento natural en el momento que ellos están listos para nacer antes que uno artificial y programado.
  • El bebé por desgracia no puede elegir y su opinión por tanto puede no estar siendo respetada. Por otro lado, me indigna el doble rasero que existe cuando se habla de la libertad de elección, pues no se respeta igual a quien pide una cesárea que al que quiere un parto lo más natural posible, cuando probablemente la elección del parto natural sea fruto de una decisión basada en una mayor y mejor información que la que ha llevado a decantarse por la operación quirúrgica. Las cesáreas se programan con mucha facilidad, sin embargo conseguir un parto vaginal respetado a veces es, prácticamente una misión imposible.

Fuentes consultadas:

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Tags:  cesareas, innecesareas, partos

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