El mayor riesgo de complicaciones de la cesàrea fue su punto dèbil durante las ùltimas décadas. Nos sirviò como fundamento sólido para reclamar por un parto natural a todos los que creemos que el nacimiento a la carta no puede ser el futuro de nuestra especie. Pero este argumento es cada vez más endeble, ya que la seguridad de la cesárea aumenta cada año. Hoy podemos decir que en hospitales del primer mundo es casi tan segura como el parto vaginal en cuanto a complicaciones inmediatas se refiere.
Lo que no sabemos aún son sus consecuencias a largo plazo. En la actualidad existe un área creciente de investigaciòn en Salud Primal impulsada por el Dr. Michel Odent. Estos estudios relacionan lo que sucede en la vida intrauterin, nacimiento y primer año de vida con la salud y el comportamiento en la vida adulta. Hoy se sabe que nacer por cesàrea aumenta el riesgo de alteraciones de la salud del niño, dificulta el vínculo inicial madre-bebé, altera el inicio de la lactancia y su duración en el tiempo. Tener una cesárea hace más probable que el próximo parto termine en cesárea. también se cree , y con un alto ínice de sospecha, que la forma de nacer es responsable del aumento de problemas tan dispares como el autismo, la criminalidad, los siucidios, etc.
Existen indicaciones de cesárea llamadas absolutas que nadie discute, pero que son altamente improbables. Estas son el prolapso de cordón, el desprendimiento de placenta, la presentación de frente, la situación transversa y la placenta precia. Luego existe una innumerable cantidad de indicaciones relativas entre las que se encuentran las mas frecuentes: cesárea anterior, falta de progresión en el trabajo de parto o falta de descenso fetal, desproprción céfalo-pélvica, sufrimiento fetal y presentación pelviana. entre estas se agrupan la gran cantidad de casos que aumentan el índice de cesáreas y muchas de esas mujeres tendrían partos vaginales si hubieramos prestado atenciòn a sus necesidades básicas. Una mujer en trabajo de parto sólo necesita sentirse segura, sin sentirse observada. Es así que ella y su hijo, se le damos la libertad, encontrarán la manera de atravesar el parto sin complicaciones. Perturbar este proceso natural solo provoca u aumento del número de cesáreas; y tratar de disminuirlo sin haber comprendido qué es lo que la mamá y el bebé necesitan nos llevará a un aumento de las complicaciones por partos prolongados o intervenidos.
Es preferible que se realice una cesárea durante el trabajo de parto que programarla para evitar complicaciones. Evitando el inicio del trabajo de parto podemos estar apurando el nacimiento de un bebé que no está listo para nacer e impedimos que se desencadene la cascada hormonal necesaria para favorecer el vínculo inicial madre-hijo y la lactancia materna. ¿Qué nos pasó a los médicos que nos creemos capaces de controlar lo que sucede en el cuerpo de una mujer sana en trabajo de parto? Para esto usamos despreocupadamente unas cuantas drogas sin conocer sus consecuencias a largo plazo y respetamos una serie de protocolos con apenas unas décadas de experiencia.
Deberíamos aprender un poco más de los fenómenos naturales aún desconocidos, altamente complejos e interrelacionads que suceden en el cuerpo de la madre y su bebé, pulidos por millones de años de evolución antes de pensar en modificarlos. Estamos a tiempo de escuchar a nuestro cuerpo, y darnos la oportunidad de salir fortalecidos de esta trampa en la que nosotros mismos nos metimos.
Dr. Fernando J. DaverioMedico Obstetra egresado de la Universidad Nacional de La Plata, Jefe de Guardia de Tocoginecología del Hospital Provincial H. Cestino, Ensenada, Buenos Aires.Se dedica a la atención prenatal y asistencia de nacimientos no intervenidos, domiciliarios o institucionalizados.fernandodaverio@yahoo.com.ar
Fuente: Madre hay una sola
Vía | Comunidad Online Mamuchas (subido por Gise) 09/08/2011 Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir con Twitter Compartir con Facebook Compartir con Google Buzz