Ceske budejovice

Por Orlando Tunnermann


Conocida esta villa por su cerveza Budweiser Budvar. Un pleito checo-americano, ganado por el gigante estadounidense, obligó a esta renombrada cerveza checa a adoptar la coletilla Budvar para diferenciarla de la otra, simplemente Budweiser. Aclarado este punto de tintes cerveceros me centro ahora en la preciosa localidad colorista, como viene siendo habitual, regalada de fachadas magnificas de edificios nobiliarios, como la que encuentro, por ejemplo, en la calle Hroznova: estatuas magníficas orlan la oscura fachada de un banco.


Fundada por el rey Premysl Otakar II en 1265 en el enclave de los ríos Vtlava y Malse, fue centro de poder económico del sur de Bohemia. Tuvo su periodo florido allá por el siglo XIV con el reinado de Karel IV. Hoy me encuentro admirando una villa medieval de aureola barroca que parece relumbrar en el centro histórico de la plaza que lleva el nombre de su fundador.
Es una maravilla el ayuntamiento en estilo barroco, 1727-30, obra de A.E.Martinelli. La villa donde me encuentro, otrora tierra de husitas, estaba bajo dominio de la influyente y opulenta familia Rosenberg. Siguiendo con este estilo arquitectónico, tan abigarrado como espectacular, nos encontramos con la fuente de Sanson en la plaza principal. Es la mayor de todo el país.
En la calle Krajinska 13 hay una cervecería antigua de lo más interesante, bonita, singular, antigua carnicería. Pasa a echar un vistazo.
Para callejear, nada mejor que Plaristicke Nam o Panska; te encantará este recoveco medieval. Después continúa por Mynska para llegar a la zona que estuviera antaño amurallada y fuera entrada principal de la ciudad.
Para comer frente al río está genial la zona de Zatkovo Natbrezi. Es este lugar bastante singular, con ese río Moldava con unas estrambóticas piernas que salen del agua y se mueven. En esta línea casi grotesca encuentro unas raras bañistas negras de tela o malla tomando un sol imaginario sobre una plataforma de madera. Hay mucho ambiente por aquí, junto al río, junto a los puentes que presencian mudos a esas orondas y casi siniestras bañistas fementidas. Bicis y gente por doquier, barcas y bañistas, estos de carne y hueso.