Todos los fines de semana voy a ver a mis padres y tomamos café con alguno de los postres que voy haciendo. Es el mejor ratito de la semana, para ellos y para mí.
Siempre acabo trayéndome comida que me hace mi madre para mis hijas. Ya sabéis que la comida de la abuelas es...especial!
El otro día tocó traerme un táper lleno de pisto y como tenía en casa pasta filo, se me ocurrió hacer estos cestillos.
Un éxito...y además gusto un montón la presentación.
Es una forma diferente de comer huevos con pisto, con casi nada de grasa ya que los huevos los hacemos en el horno.
La pasta filo queda crujiente. La combinación con el pisto y el huevo es perfecta.
Ingredientes:
- 4 láminas de pasta filo
- pisto
- 4 huevos
- mantequilla derretida
- un poco de aceite de oliva
Preparación:
Precalentamos el horno a 200 º.
Unimos las láminas de filo pintándolas con mantequilla derretida para que se peguen.
Cortamos las láminas en cuatro trozos, es decir, nos quedarán 4 rectángulos con 4 capas de filo cada uno.
Con un poco de papel de alumnio untado de aceite para que no se pegue, haremos la forma de cestillo donde luego pondremos la pasta filo, de esta manera quedarán levantadas las paredes.
Alrededor echaremos un par de cucharadas de pisto dejando un hueco en el centro.
Cascamos un huevo en el centro de cada cestillo.
Horneamos durante unos 10 minutos o hasta que veamos que el huevo queda cuajado a nuestro gusto.