Hace poco estuve en una exhibición de cetrería que me impresionó mucho pero mientras veía el espectáculo algo en mí tenía reticencias a disfrutar plenamente. Quería leer más sobre el tema y tener una opinión.
Buitre leonado. Foto: Sara Gordón
Felix Rodríguez de la Fuente definió esta práctica como “la primera vez en que el hombre no sometió al animal al yugo y al látigo”. Parece ser que los comienzos se centran en China antes de Cristo y mucho mas adelante los godos la traerían a Europa donde vivió su época dorada en la edad media. Consistía en una manera de ligarse a su ave rapaz y cazar con ella, realmente un método menos agresivo que el uso de armas. En Mongolia existen pueblos cuya subsistencia depende totalmente de la cetrería, aparece en un documental de “Planeta Humano”, como montados en caballos con su ave en el brazo cabalgan las praderas interminables en busca de zorros que sólo el ojo rapaz puede localizar. Pero bueno en Europa, en concreto en España a parte de estas exhibiciones que tan de moda están, por lo que yo he leído, las funciones reales van desde vigilar los aeropuertos para choques de aves con aviones o controlar la proliferación de determinadas especies en los basureros.
Por otra parte, este auge de la cetrería ha provocado que el tráfico ilegal de aves se desarrollé en toda Europa a un nivel más alto. No se sabe el mercado real que mueve esta práctica, y aunque se pide un mayor control de los huevos de especies en peligro de extinción, por ahora la respuesta de la administración ha sido muy escasa. Además el uso de la cetrería en muchos lugares no está aconsejado por lo problemas medioambientales causados por la introducción de aves rapaces en un hábitat al que no pertenecen, como pasó en las islas Canarias, donde el uso de la cetrería causó problemas con el mantenimiento de la fauna autóctona.
Caracara o carancho. Foto: Sara Gordón
Milano. Foto: Sara Gordón
¿Se ama más a la naturaleza cuando uno la encierra en casa y cambia sus hábitos o cuando la observa en libertad?
Águila calva o de cabeza blanca. Foto: Sara Gordón
Por mi parte, he de confesar que no me gusta mucho la cetrería aunque me gustó mucho la exhibición, ese pequeño dolor de estómago me estaba indicando que el ave no es libre, prefiero observar la naturaleza sin interrumpir sus ciclos. De hecho, poco después tuve la suerte de conocer a dos fotógrafos de naturaleza que me contaron como esperaban durante cinco horas en un hide para ver aparecer buitres, águilas… estuve mirando sus fotos y me parecieron espectaculares. Una manera mucho más bonita de observar la fauna (lo sé, también más incómoda).
Publicado en ESPAÑA, TRADICIONES