Basta de nombres y de historias. Hoy empieza el congreso que definirá quién mandará en el PSOE durante los próximos años. Los personalismos, francamente me interesan poco. Prefiero hablar de las políticas que debería hacer un partido que se denomina de izquierdas y que ha sido incapaz de hacer una política progresista. Como mucho, ha sido menos neoliberal que su oponente, el Partido Popular.
La experiencia nos dice, y ojalá que cambiara la cosa, que el PSOE en la oposición es menos de derechas que en el gobierno, pero nada más. Se trata de un partido concebido para ganar, mantener el status-quo y no para cambiar gran cosa.
Se va a elegir cuál de los dos candidatos se hará con las riendas del partido. Y francamente, ninguno me gusta. Los dos han sido cómplices de los gobiernos de Zapatero, con quien han compartido responsabilidades, en calidad de ministros. Los dos han perdido las elecciones últimas de forma estrepitosa, Carme Chacón en Cataluña y Rubalcaba en España. Y lo que es más importante, visto sus antecedentes y su experiencia no me inspiran ninguna confianza. Los dos están abrasados. Hubiera sido preferible otra persona que no se hubiera quemado en el gobierno, aunque eso tampoco implica que hubiera habido un cambio real hacia una política progresista. Poco dice del buen funcionamiento del partido socialista que no haya salido otro candidato al margen del ejecutivo anterior.
Aunque así haya sido, lo que se me hace más incomprensible es que Rubalcaba sea uno de los candidatos. Una persona que fue vicepresidente con Zapatero y que ha perdido las elecciones por la mayor goleada de la historia socialista, no parece ser la persona que deba guiar al PSOE en los próximos años. Y aunque Chacón también ha sido ministro, su responsabilidad ha sido menor y no ha sido la cabeza principal de las últimas elecciones.
De cualquier forma, repito, lo importante sería que este partido, con la que está cayendo, fuera capaz de fabricar una oposición de izquierdas y junto con otros partidos de izquierda pudiesen frenar la marea neoliberal que nos está empezando a golpear. Y que cuando le llegue la hora de gobernar, lo haga desde y para la izquierda. Algo que no ha ocurrido nunca en este partido. Eso es lo que hay que cambiar, el nombre del ganador o ganadora es secundario.
Salud y República