1. Alfanje corto y ancho, que suele ser corvo hacia la punta. 2. Sable o espada ancha o muy larga. Coloquial 3. Militar. En Colombia y El Salvador.
Chafarote, nuestra voz del día, es otro curioso término del acervo lingüístico heredado de los árabes, que concretamente proviene del árabe hispánico šífra o šáfra, y este del árabe clásico šafrah, "cuchillo"...
...No es de extrañar, así pues que en sus dos primeras acepciones esta voz designe varios tipos de sables y espadas...
Veamos un ejemplo extraído de Nativa, obra del escritor uruguayo Eduardo Acevedo Díaz (1851-1921):
-Y vean, aparceros; pasaron cuadros lindos para estilos en este combate fiero. Don Berón volteó de un revés con la espada a un mozo lampiño de ojos de venao, alardeador y vivaracho; y en viéndolo en el suelo, cuasi tieso, un matrero se tiró del pingo con un chafarote en la mano para despenarlo; pero al dir a hacerlo, el mozo le dijo con mucho sentimiento, levantando un brazo: «No me degüeyes, porque todos somos hermanos. Tengo una madrecita vieja y una novia que va a ser mi mujer, que me aguardan las pobres rezando a la virgen santísima porque yo salga en la guerra sin lisiadura nenguna. Con la que me ha dao ese guapo me sobra para escarmiento, y no preciso de tu incómodo para dirme en sangre. Si querés que la viejita viva y la muchacha no se quede en un desmayo como pájaro tísico, envainá el chafarote y guardate estas patacas para tabaco y yerba, con más las botas y las espuelas.»
(Como siempre, respetamos la grafía original)
...En su tercera definición, sin embargo, el DRAE define chafarote como el nombre que se da despectivamente al militar -hombre que profesa la milicia- en Colombia y El Salvador...
Y no es otro sino el escritor colombiano Gabriel García Márquez (n. en 1927), Premio Nobel de Literatura en 1882 quien nos pone en bandeja un ejemplo al respecto en Cien años de soledad, novela considerada obra maestra de la literatura universal:
“…Había tenido que promover guerras, y había tenido que violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad. Al amanecer, estragado por la tormentosa vigilia, apareció en el cuarto del cepo una hora antes de la ejecución. «Terminó la farsa, compadre -le dijo al coronel Gerineldo Márquez-. ¡Vámonos de aquí, antes de que acaben de fusilarte los mosquitos!» El coronel Gerineldo Márquez no pudo reprimir el desprecio que le inspiraba aquella actitud.
-No, Aureliano -replicó-. Vale más estar muerto que verte convertido en un chafarote…"
¡Hasta el próximo filo! :)
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