El ante se lleva, en versión hippie, o con flecos al estilo Far West, a mi me encanta, y por eso este verano he puesto un chaleco en mi armario de este material, pero el mío es reciclado, ahora os contaré la historia
Hace unos años en un mercadillo tuve la suerte de hacerme con dos piezas, una de ante y otra de cuero, a un precio simbólico de 5€ cada pieza, y además completamente nuevas, ahora eso sí, se trataban de un par de minifaldas sin uso tal cual estaban.La cuestión es que me las llevé a casa y enseguida empecé a descoserlas y a idear para ellas otro destino, pero al final el proyecto lo aparqué en una bolsa. Cuántas veces pasa esto ¿verdad?Pero este año, en primavera me decidí a retomar el material, con una idea renovada, ¡quería hacer un chaleco!Y aunque me ha costado, aquí está, se trata de un chaleco para llevar sobre vestidos o tops y vaqueros como lo llevé este domingo para ir al vivero.
El proceso a sido largo, por no tener tiempo de hacerlo de "un tirón" como en otras ocasiones. La idea ha ido creciendo y desarrollándose poco a poco, ya que mi mesa de costura no sólo está dedicada a un proyecto, si no que muchas veces como en este caso se juntan varios a la vez. Lo he pasado bien, está todo cosido con una antigua Singer que ya conocéis. Es una máquina que llegó a mis manos en 2011 y para coser piel es realmente increíble, su prensatelas estrecho no opone ninguna resistencia, al contrario se desliza ágil.En Instagram, dónde voy compartiendo mis proyectos día a día, me preguntaron por la aguja que utilizo para coser cuero con esta máquina. Os diré que utilizo una aguja un poco más larga que la habitual, que encontré por casualidad y que a pesar de que las costuras puedan ser gruesas tiene fuerza para afrontarlas sin problemas. Esta es otra característica de estas máquinas, permiten más grosor de costura y además al no tener motor permiten dirigir mejor la costura. Algo importante cuando se cose piel, ya que no se permiten pasos en falso, ya que en la piel queda marca cuando se descose.Aquí os voy a enseñar fotos del proceso, ha sido un reciclaje genial por la calidad de la piel y por lo bien que me ha respondido la máquina, como os he contado.
Piezas que se van uniendo como un puzzle según las necesidades
Las diferentes piezas se van uniendo para dar forma al chaleco que
va adaptándose al cuerpo
Las piezas no casan de forma perfecta, en piel hay otras reglas
Por dentro en la parte de la cintura, la he rematado con una tela estampada de algodón
Espero que os haya gustado mi aventura, y vosotras ¿os animáis a reciclar piel?