Los integrantes de la familia Julia-Claudia (aquí sobre todo Tiberio y Calígula), con el Prefecto Sejano en el epicentro, comparten protagonismo con Reyes persas, Sumos Sacerdotes judíos o conocidos protagonistas del Evangelio (los ladrones que mueren junto a Jesús, Zaqueo, Herodías o el apaleado que es socorrido por el buen samaritano). El elemento de ficción lo constituye la huida a Jerusalén, desde Roma, de Josías y Esther, últimos descendientes de los Macabeos, legítimos herederos al trono de Israel. El patricio romano que les acompaña y Esther terminan enamorándose. El elemento novelesco se completa con la búsqueda del Arca, enterrada por Jeremías en una caverna antes de que los babilonios destruyeran el Templo de Jerusalén.
La novela es una entretenida introducción al tiempo en que Jesús eligió vivir, al modo en que lo hacen tantas Vidas de Cristo escritas.