Cuando todavía vivía con mis padres, los champiñones eran uno de los platos vetados en casa porque a mi padre no le gustaban nada, así que pasaron unos cuantos años antes de que yo los probase. Fue en mi época de estudiante universitaria la primera vez que los comí. En aquella ocasión iban acompañados tan sólo de jamón. Debo decir que no sólo me gustaron, sino que me encantaron. Desde entonces los he probado y preparado de mil y una maneras.
Espero que esta receta os guste.
Ingredientes:
- 750 gramos de champiñones
- 4 dientes de ajo
- 150 gramos de bacon ahumado
- 3 cucharadas soperas de coñac
- 1/4 de cucharadita de café (teaspoon) de cinco pimientas recién molida
- 250 gramos de leche evaporada (se puede hacer con nata, siempre saldrá una salsa ligeramente más espesa, pero también más calórica)
- 1 cucharada sopera de pimientas en grano (para agregar por encima) - pimienta rosa, pimienta negra, pimienta blanca, pimienta verde
- aceite de oliva
- sal
Elaboración:
En primer lugar debemos de limpiar muy bien los champiñones, para ello cortamos parte del pie, tan sólo la zona donde puedan tener tierra, después, ayudándonos con un trapo húmedo, limpiamos los restos de tierra que puedan tener los champiñones. Nunca debemos meterlos debajo del grifo, pues cogerán mucha agua y desmerecerán el acabado final del plato. Una vez limpios y bien secos, procedemos a cortarlos en láminas.
En una sartén grande, para que los champiñones no queden muy apretados, echamos un chorrito de aceite y los dientes de ajo laminados. Cuando empiecen a dorarse ligeramente, procedemos a agregar los champiñones. Los dejamos durante unos tres minutos y agregamos el bacon cortado en tiras, la pimienta y el coñac. Dejamos a fuego medio hasta que se evapore el coñac y empiecen a dorarse ligeramente los champiñones.
Agregamos entonces la leche evaporada y continuamos con la sartén al fuego hasta que la salsa comience a espesar ligeramente. Tal y como he dicho antes, si en lugar de leche evaporada elaborásemos la receta con nata, la salsa quedaría más espesa, pero también sería mucho más calórica.Retiramos del fuego, agregamos por encima los granos de pimienta y servimos.¡Buen provecho!.