Imaginaos.
Tenéis una comida o cena en casa y no os queréis complicar mucho la vida con el tema aperitivo. Pues aquí están estos fantásticos champiñones para salvaros la vida.
Ni al más negado en los fogones se le resisten. Cosa más fácil dudo que exista.
Ahora, hay que saber como prepararlos para que queden espectaculares. No hay cosa más horrorosa que encontrarse un plato de champiñones mustios a los que miremos con cara de pena, ¿verdad?
Eso se acabó. Así que plantad oído que ¡aquí vienen los trucos! Dificultad: Apto para teletubbies.
Tiempo de preparación aproximado: 10 minutos.
Raciones: 1 platazo de 5 estrellas
INGREDIENTES
- 1 bandeja de champìñones (unos 250-300 g.)
- 3 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- perejil fresco
- una cucharada sopera de zumo de limón
- sal
- una pizca de pimienta negra molida
PREPARACIÓN
- Lavamos bien los champiñones debajo del grifo y les quitamos el pedúnculo (rabito). Los ponemos en un colador para que pierdan el exceso de agua.
- Mientras, en un bol pequeño echamos unas 2 cucharadas soperas de aceite de oliva, una cucharada sopera de zumo de limón, un diente de ajo pequeño bien picado, unas ramitas de perejil también picadas (sin los rabos) y una pizca de sal. Removemos bien y reservamos.
- Ponemos en una sartén un hilo de aceite (como si fuésemos a hacer una tortilla francesa). Pelamos los otros 2 dientes de ajo y los cortamos a láminas finas. Los echamos a la sartén y los doramos a fuego medio. Ojo que no se os quemen o luego amargarán. Sacamos los ajos y reservamos en un platito.
- Subimos el fuego a la sartén, que esté fuerte, y una vez esté bien caliente echamos los champiñones cortados a láminas de un tamaño medio, ni muy finas ni excesivamente gruesas.
- Vamos removiendo y cocinamos un par de minutos. Pasado este tiempo, añadimos los ajos dorados y el bol que teníamos reservado con el resto de ingredientes. Añadimos además un toque de pimienta negra molida (la molemos en el momento, así que no la compréis molida ya, queda mucho mejor si compráis la que va en molinillo, así la podéis moler en el momento). Cocinamos un minuto más, removiendo para que se mezcle bien, y listo. Los champiñones quedan tersos y jugosos. Una pasada.
- Vertemos en un plato y ¡a disfrutar!
- Nota: si no os gusta el ajo crudo, en lugar de picarlo fino y dejarlo reservado en el bol con el aceite y demás ingredientes, lo cortáis a láminas y doráis los 3 ajos antes de añadir los champiñones. Así, asunto solucionado.