Suelo tener champiñones, los gasto bastante, y como tengo la suerte de que a todos nos gustan me sacan de apuros servidos como guarnición de un pescado o una carne. Incluso si se presenta una visita inesperada es un plato que al estar enseguida hecho te facilita el trabajo y te permite no dejarla mucho tiempo abandonada.
De varias formas los tengo ya publicados en este blog, les dejo el turno a estos rellenos de queso y os los doy a conocer.
Muy pocos ingredientes y nos montamos un plato muy agradable.
Con esta receta me despido hasta dentro de un par de meses (más o menos), si os digo la verdad se hace necesario, y sobre todo y especialmente necesito este descanso para reencontrarme y convivir con mi familia. Vienen días que hay que aprovechar a tope, que luego el año se hace largo y pesado.Os echaré de menos, eso lo tengo clarísimo, amigos-as. Deseo que tengáis un verano espléndido, lleno de lo mejor. A la vuelta me gustaría ver, a quienes habéis tenido algún "problemilla", muy felices y con todo arreglado ¡¡Feliz verano!!
Muchas gracias por haberme hecho un hueco entre vosotr@s en el que me siento muy a gusto ¡sois la caña! ¿En qué estaré pensando? jajaja, me voy con unas risas, para no perder la costumbre ¡hace tanta calor! Nos vemos ¡Ciao!
Ingredientes:
- Champiñones.- Queso Provolone.- Aceite de oliva.- Pimienta blanca molida.- Sal.
Elaboración:
Pelamos los champiñones tirando de la piel suavemente con la punta de un cuchillo. Desprendemos el pie terroso, dejando limpio el hueco donde irá el queso. Pasamos muy ligeramente por el grifo (no deben retener agua pues la absorben y eso no permitirá que se hagan a la plancha, se cocerán en su lugar).
Ponemos una sartén al fuego, medio-fuerte, pincelada de aceite. Disponemos los champiñones con el sombrerito en contacto con la sartén, salpimentamos un poco y los vamos girando por sus lados, moviéndolos de continuo, hasta que se hagan al parejo.
Retiramos de la sartén y rellenamos generosamente con trocitos de queso, es el momento, de si queremos poner alguna hierba aromática, hacerlo. Los ponemos en una bandeja apta para microondas y fundimos en un minuto a máxima potencia. Retiramos el agua que se condensa en el fondo (suele ocurrir) y los servimos enseguida, antes de que se enfríen
Para que me recordéis dulcemente os dejo unas fotos de mis caramelos "congelados" de frambuesa. A la vuelta, si queréis, os dejo la receta.