Pues bien, como ayer me contaron la noticia de que se está comercializando en grandes superficies un champú de caballo, hoy le dedico un hueco en mi blog porque me pareció bastante interesante. ¿Un champú de caballo? No es tontería... algunas de las principales razones por las que nacen nuevos productos son los aspectos aspiracionales, los miedos del cliente y mejoras en el producto para mejorar su funcionalidad. Así, como muchos admiran el pelaje del caballo por su brillo, sedosidad y fuerza... ¿Por qué no trasladar esos atributos que los clientes valoran a un producto para ellos?
No conozco todavía a nadie que lo haya probado, pero, estoy muy intrigado por saber, de buena mano, cómo funciona el producto. Por ahora, ya he empezado a leer noticias y post en algunos blogs, que critican este nuevo producto, asemejándolo a las pulseras New Balance y tachándolo de "Otro producto milagro que puede ser una estafa".
Lo dicho, si conocéis a alguien que lo haya probado, ¡Nos contáis!