Suele decirse que las comparaciones son odiosas, pero tras ver los desfiles de Chanel y Louis Vuitton me ha parecido que no podía haber nada más opuesto.
El negro ha sido el color con el que Marc Jacobs ha decidido despedirse de Louis Vuitton, diseñando una colección dedicada a todas aquellas mujeres que en algún momento le inspiraron.
El negro que inundaba todo sólo ha dejado un descanso visual a través de los blue jeans que llevaban algunas modelos, pero aún así aparecían velados por delicadísimos trajes de gasa con apliques de plumas y adornos de seda y brillantes.
Por otro lado, Karl tiene claro lo que la clienta de Chanel quiere, y no duda en dárselo, temporada tras temporada, de una forma diferente.
Frente al negro de Louis Vuitton, aparece el color y la claridad en Chanel. El arte contemporáneo ha sido el inspirador de los nuevos diseños de la casa, convirtiendo el Gran Palais en una auténtica galería.
El tweed, los trajes de chaqueta, las perlas y las camelias, así como sus icónicos bolsos 2.55, siempre estarán presentes en sus colecciones, pero nunca nos cansaremos de ellos gracias a las infinitas revisiones a las que el kaiser los somete.