Ser mujer, joven y estudiante no es nada sencillo últimamente - tal vez nunca lo ha sido realmente- y esta ciudad y este país parecen quedarse demasiado pequeños para mis anhelos y sueños. Tiendo a soñar a lo grande, que tanto puede ser bueno como malo malísimo, casi catastrófico, y en ocasiones me da la sensación de haber crecido como Alicia después de comer el pastelillo que la convertía en una niña gigantesca, sin espacio en mi mundo, sin un lugar en el que sentirme encajar como una pieza de un gran engranaje.
Y como todo en esta vida es un ciclo y como soy una gran defensora de los cambios, aunque aterren, aunque sean el peor de nuestros miedos, empiezo a ver que tal vez este ciclo está llegando a su fin - o tal vez ya esté más que muerto pero aún no soy consciente de ello- que me sobra gente, me sobran temores, me sobran palabras que no digo y errores que sigo cometiendo una y otra vez.
Los cambios vienen como los pájaros cuando llega el verano, justo en el momento preciso, ventilando nuestra vida, dando un nuevo matiz a los días que sin error se acaban convirtiendo en pura monotonía.
Presiento que este va a ser un cambio radical, de esos que sacuden todo, de esos que te abren los ojos, que te ayudan a seguir creciendo, a seguir viviendo. Un cambio total.
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Being female, young and a student is not easy lately - maybe it never was really- and this city and this country seem to be still too small for my hopes and dreams.
I tend to dream big, which can be both good or very very bad, almost catastrophic, and sometimes I have the feeling of growing up as Alice after eating the little cake that made her a giant girl; there's no place in my world, no place where you can fit as a piece of a large gear.
And as everything in life is a cycle and as I am a huge fan of changes, even if they terrify me, even if they are our worst fears, I begin to see that maybe this cycle is coming to an end - or perhaps it is more than dead already but I'm still not aware of that-, there's too many people that I don't need, too many fears, too many words that I have never said and too many mistakes that I keep making over and over.
Changes come as birds when summer comes, just at the right time, carrying new fresh air to our lives, giving a new twist to the days that ,without doubt, are just becoming pure monotony.
I feel that this will be a radical change, the kind of change that shakes all, those changes that open our eyes, that help you keep growing, keep living. A total change.