Director: Neill Blomkamp
Ha sido rápido este repaso a la breve carrera de Neill Blomkamp, quien con treinta años sorprendió a la industria con su "District 9", luego intentó repetir el golpe con la inverosímil pero entretenida "Elysium", y que ahora con "Chappie" intenta, por fin, darle un giro al tema de "su" ciencia ficción, con logros nada desdeñables. De hecho considero que estamos ante su película más consistente, más redonda, y eso que sigue siendo un relato típico de Blomkamp, con todos los vicios que ello implica, si bien ahora están más pulidos. No veo al sudafricano dirigiendo la nueva Alien, es demasiado alocado como para crear y sostener tensión, suspenso y misterio, pero en una de esas nos vuelve a sorprender. Lo cierto es que "Chappie" no merece el maltrato crítico que ha tenido, pero también insisto en que hay que desligarse de esa posición extrema a la hora de defender a Blomkamp, pues es su culpa solamente que su tercer largo no sea mejor, aunque vale la pena preguntarse si "Chapie" tenía el potencial de serlo.
En una Johannesburgo asolada por el crimen la policía decide incluir a sus fuerzas una serie de robots incorruptibles y que son todo lo que los humanos no pueden ofrecer: eficiencia y seguridad. El crimen se mantiene a raya, así que todo bien, sobre todo para la empresa que fabrica los dichosos robots. Ahora bien, sin entrar en detalles, supongo que ya saben que "Chappie" va de un robot que adquiere consciencia, sentimientos y todo eso, y que se mete en problemas con su creador y con nada más y nada menos que Die Antwoord.
"Chappie" no se aleja demasiado de los mecanismos narrativos de las cintas previas de Blomkamp, es decir, el conflicto descansa en el elemento contrarreloj (Die Antwoord y cia. tienen cinco días para pagar una alta suma de dinero a un traficante, Chappie el robot con consciencia tiene cinco días de vida... ahora me doy cuenta que nuevamente tenemos estas coincidencias argumentales que tan bien encajan las unas con las otras), avanzando con intensidad mediante entretenidas y ahora desenfadadas secuencias de acción que, entre una y otra (en los momentos de pausa, descanso, el gran punto débil del sudafricano), en esta ocasión si se encuentra algo que le dé a la imagen cierto sentido, una razón de ser que que aleje el tedio y el estancamiento narrativo. Ese algo es el fondo filosófico de la premisa, algo que ya se ha visto pero que siempre es interesante de ver, sobre todo si se hace con un tono más o menos despojado de toda solemnidad formal y hasta dialéctica, precisamente la razón por la que Die Antwoord cae tan bien en la película, pues su presencia aporta algo de caos y no-me-importa-lo-que-pienses al conjunto... digo, poner a estos raperos no es cualquier cosa, ¿no? Es un mensaje. Con todo, Blomkamp no evita caer en sentimentalismos dados tanto por la ejecución formal (la banda sonora de ciertas charlas, los diálogos de ciertas charlas, la composición visual de ciertas charlas...) como por lo meloso y la simpleza de los postulados. Está bien que "Chappie" no sea un complejo tratado y/o reflexión sobre la consciencia y qué nos hace humanos o reales (¿tener un cuerpo de carne y hueso es más válido que uno de metal?), pues en realidad su foco es simplemente elaborar su argumento en torno a la premisa inicial ("da lo mismo el cuerpo, lo que importa es lo de adentro"), en cierta forma la constatación de una idea, pero a veces Blomkamp deja de lado de manera tan acusada la verosimilitud lógica (ya no moral o filosófica) del argumento que la solidez de su premisa sufre pocas y no en extremo dañinas grietas. Digo, está bien ser persistente, pero que un alma de niño encuentre en un santiamén la respuesta a "¿qué es la consciencia?" resulta, digamos, algo risible. No obstante esos momentos se equilibran con otros bastante buenos, como aquel en que Chappie le espeta a su creador que por qué lo crea para morir (la gran duda de los creyentes, me imagino, sobre todo cuando se muere la abuela o el abuelo, o el perro...), o ver que el villano de la ocasión es un ser humano consumido por la envidia y la maldad, en contraposición a la inocencia de Chappie, un no-humano más humano (si es que consideramos "humano" como sinónimo de piedad) que muchos. Al final Blomkamp recurre harto a la cámara lenta y la banda sonora ruidosa (es de esperar que haya muchas canciones de Die Antwoord sonando, de las que no soy fanático pero admito que pegan bien), pero se acepta porque el metraje previo es una buena suma de notables escenas de acción con otras más pausadas que efectivamente cuentan algo y cimientan la acción misma. A fin de cuentas, estamos ante una película más redonda y consistente entre lo contado y la forma de contarlo. Los vicios persisten pero se pulen, por ello considero que "Chappie" es la mejor película hasta ahora de Blomkamp, aunque, eso sí, no garantizo nada: estoy seguro que a más de alguno podrá espantar los excesos de todo tipo que vemos presentados como si nada (y a la vez como si fueran la gran cosa), lo cual comprendo a la perfección, pero también pienso que la intención de Blomkamp es tan inocente como la de su personaje Chappie, señal de que "Chappie" está para ser disfrutada sin complejos más que para ser concienzudamente escrutada. A mí me ha gustado pero creo que podría cerrar filas de manera más honesta con aquellos a los que no les guste, aunque todo depende de los argumentos. Lo que digo es que "Chappie" no es nada perfecta ni gran cine a secas o de ciencia ficción, pero bueno, ustedes deciden.