Se supone que se pondrían en contacto conmigo a partir de la Semana 20 para recibirla alrededor de la semana 24, pero la verdad es que me avisaron mucho antes como podéis imaginaros. Aprovechando que ahora es una época de curro tranquila, cosa que el mes que viene no podré decir lo mismo, y que Futuro Papá podía ir, dado que trabajando a turnos dependemos de muchas citas por él, aprovechamos y fuimos.
La charla trataba de que cada profesional que asistía el parto te explicaba cómo funcionaba el mecanismo desde su punto de vista y que conocieras las responsabilidades del personal en cada una de sus actividades. De esta manera la charla la impartió un matrón, un neonatólogo, una ginecóloga y una anestesista.
El matrón nos habló, sobre todo, de los signos del parto. Cuándo debemos acudir al hospital. Primero nos explicó sobre las contracciones, que según se va acercando la fecha, éstas se juntan más en el tiempo y en el momento que tengamos contracciones regulares, porque al principio no lo son, cada 5 minutos y que no se relajan con el reposo, debemos ir preparándonos para acudir tranquilamente al hospital. También si la bolsa tiene rotura o fisura, son dos cosas diferentes. En el caso de rotura de bolsa, lo que vulgarmente se llama romper aguas, debe acudirse con tranquilidad al hospital. La fisura es más difícil de detectar porque va más bien goteando, así que cuando la zona está demasiado húmeda como para ser el flujo, pues de caminito que vamos. En ambos casos es muy importante el color, si el color del líquido que empieza a salir es transparente o blanquecino, podemos ir en un rango de dos horas, esperar al marido que salga de trabajar y todo eso, en cambio si el líquido es verdoso (el feto ha hecho necesidades dentro) debemos olvidarnos de la tranquilidad, pero si ya es rojo… no hay tranquilidad que valga.
Todo esto no se contempla en caso de partos y cesáreas programados, claro. Que en esos casos funciona todo de manera distinta. Primero, no se entra por urgencias, si no por la recepción del hospital.
Otra cosa que nos ha explicado es el sangrado durante la gestación. En caso de que sea menor o igual que una regla, no hay que alarmarse en absoluto, es normal. El problema es cuando está acompañado de dolor y es bastante más que una regla… Luego nos ha explicado que él da clases preparto y que llamemos alrededor de la semana 21 o 22 para coger sitio en el siguiente comienzo de clases. Nos puso un vídeo muy bonito y se despidió.
Después entró el neonatólogo. Es el pediatra que debe asistir el parto. Nos explicó las ventajas y el funcionamiento del piel con piel en el bebé. No tardan nada en ponerlo y durante dos horas no separan al bebé de la madre para hacer las mediciones. Durante las cesáreas el padre no puede estar con la madre, y la madre no está para hacer el piel con piel, así que se lo llevan enseguida al padre para que el padre sea el que haga el piel con piel al bebé. Después nos enseñó la sala de incubadoras, que no tienen horario para los padres, son de puerta abierta para padres, para que estén con el hijo todo el tiempo que ellos consideren oportuno mientras el bebé recibe los cuidados especiales. La familia cercana puede visitarlos durante el día del jueves, el resto se lo dejan sólo a padres. Nos explicó en qué casos se llevan a los niños a las incubadoras y cómo funcionan.
Tras él llegó la ginecóloga. Yo estaba un poco inquieta por los casos de los bebés que necesitaban incubadoras y Futuro Bebé se había manifestado por primera vez por entonces, así que no recuerdo mucho de la charla que dió la ginecóloga, la verdad. Recuerdo algo de que hablaba del proceso del embarazo y del parto, y cuáles eran los protocolos en caso de parto urgente y parto programado, y cuándo se da cada uno. Pero no me preguntéis detalles que yo estaba buscando más signos de Futuro Bebé.
Y entonces entró la anestesista. Nos habló de los escasos efectos secundarios de la epidural y de cómo la aplicaban. Te la puedes poner en cuanto desées, no hay tiempo mínimo ni tiempo máximo (luego especifico), en cuanto entras al hospital puedes decir que te la pongan, te llevan a quirófano, te ponen un catéter (que es una especie de vía directa a la zona epidural de la espalda), te suministran la mitad de la dosis en el acto y luego la otra mitad te la van poniendo poco a poco, de esta manera si el parto es más largo, te siguen poniendo la anestesia según la vayas necesitando. En caso de que solicites la epidural demasiado tarde para que haga el efecto deseado, te inyectan la raquídea, tiene más efectos secundarios y es más delicada de poner, pero evitan en lo máximo que sufras. Nos puso un vídeo de su aplicación y se terminó la charla.