Charlas con músicos: Walas de Massacre (pt. 2)

Publicado el 26 diciembre 2011 por Tucho

Segunda y última parte de la charla con Walas. Antes que nada, cabe destacar que Ringo fue elegido en la encuesta del suplemento No de Página/12 -donde se cuentan los votos de 150 músicos- como el mejor disco del año 2011. Por lo cual podemos decir que marcamos tendencia sacándolo a W. unos días antes que ellos (?).
En esta vuelta que les sirvo, el frontman de Massacre se explaya en sus pensares políticos; nos cuenta las vicisitudes de su oficio de poeta rockero y; antes de rajarse a tocar, reflexiona sobre el pasado y el futuro inmediato de su poderosa banda, la cual -por lo que afirma- tiene mucho camino por delante.
Espero que les guste, creo que quedó linda.
LOS KIRCHNER, EL PERONISMO Y LOS ARGENTINOS
Te quería hacer algunas consultas respecto a un par de letras de Ringo. La primera es sobre Muerte al faraón y su connotación política. Has hablado bien de Kirchner en varios shows y entrevistas, le has dedicado algún show...
Sí, a él y a Cristina. Los recontra voté a ellos, los recontra banco, me encanta la figura del matrimonio, me encanta.
¿Te gustan por eso?
Me encantan por la figura del matrimonio porque nosotros tuvimos dos patriarcas y matriarcas que son Evita y Perón. Y hoy en día ellos son un poco eso puesto al día. Hoy, Evita y Perón no resistirían ni cinco minutos de análisis político mientras que los Kirchner sí. Y Muerte al faraón es una oda -a los Kirchner, o a Néstor, lo estoy tocando tangencialmente-, un himno de apoyo a la nueva militancia y a la nueva participación social. A los pibes que en mi generación no existían, nosotros éramos una generación...
¿Apolítica?
Sí, o sea: la generación mía tenía un tinte político porque lo que celebrábamos era la recuperación de la democracia, la caída de los militares... Buenos Aires, cuando yo era chico y empecé a tocar, era como la sucursal de lo que fue el post-franquismo en Madrid; entonces celebrábamos esa libertad y demás. Después vino un tipo, un chabón que dijo “las ideologías han muerto”, nos impuso eso y así estuvimos en los ’90: empobrecidos a nivel cultural, con el polimodal, mirando a otros intereses que siempre eran materiales y demás. Y que Néstor haya venido y haya dicho “chicos, armen centros de estudiantes, armen -no sé- La Cámpora o lo que sea”, habla muy bien.
Un tipo al que no le importa tener oposición, que se la banca y no le importa “armar” -si querés- enemigos, se la banca en el juego democrático y en el juego social. Entonces Muerte al faraón es un poco eso. Puntualmente, ¿sabés lo que es? Los chicos que el año pasado se le plantaban al gobierno de la ciudad y le decían “loco, si no me ponés una estufa, te tomo el colegio y me quedo a dormir”. Donde dice “es una piba”, me refiero a la directora del centro de estudiantes del Nacional de Buenos Aires. Y bueno, es eso, la celebración de la nueva militancia desde un tipo que creció en una generación con miedo a todo. Qué sé yo, nosotros fuimos punta de lanza de la resistencia, pero...
Pero más por otro lado quizá.
Sí, y fuimos poquitos, nuestra generación en realidad le tenía un cagazo a todo... veníamos de los milicos. Y por eso me encanta que haya pibes y chicas que se le planten al poder y le digan “loco, dale”.

Me sorprende también que el disco se llame Ringo y tenga un tema dedicado a Bonavena. No sé si me resulta raro porque los asocio más a la cultura del skate... ¿Te gustaba el boxeo de pibe?

Me gustaba el boxeo... no me gustaban demasiado los deportes en equipo, nunca funcioné en equipo, siempre fui individuo. Por eso me gustaba el skate; el boxeo también: salís solo a la cancha a pelear y no dependés ni de que uno te pase la pelota ni de que otro te la saque. Puede tener que ver con eso. Y el homenaje a Ringo es acercarnos a lo simple, a lo cercano, a lo cotidiano.
Y es un poco peronista también...
Seee, seee (¡así los dice!).
¿Lo pensaste por ese lado?
(Piensa unos segundos) Sí (risas). Nosotros hemos hecho homenajes: Estamos en problemas de El mamut es eso también, es la Plaza de Mayo con los bombardeos. Un día es de democracia y de sol, otro día tiran bombas... Me encanta homenajear el cómo somos los argentinos, ver cómo somos, hijos de tanos y de gallegos... ¡somos geniales! (Risas).
¿Sabés que pasa? De chico, como amaba el skate, estuve mirando demasiado a Norteamérica, a California. Y ahora que estoy más grande me doy cuenta de que nosotros somos geniales. Somos hijos de Cortázar, no de anglosajones sino de tanos y de gallegos. Tenemos otras necesidades, otras pasiones, somos más sanos y más felices que los yanquis y los anglosajones. Y nos vienen garcando durante décadas, por lo cual somos más pobres y en definitiva con horizontes más cortos y más felices.
Por eso Ringo, bien argentino.
Sí, Ringo es eso, decir ya está: ya me cansé de alabar al skater, a los Beatles, a los psicodélicos (risas). Me dan ganas de hacerle una letra a un chabón que vive a diez cuadras de mi casa.

EL INDIO SOLARI Y LA POESÍA-ROCK
Hace poco nombraste como tus referentes poéticos dentro del rock a Lou Reed, Patti Smith y el Indio Solari. Me sorprendió la mención al Indio...
Dentro de los que agarran guitarras y hacen poesía-rock, sí, son mis tres referentes.
¿Pero vos eras de escuchar a los Redondos?
¡No, nunca! ¡Jamás!
¿Y por qué pasó eso, que tengas tal consideración?
Y, porque considero que el tipo tiene una pluma... es el dueño de unas frases y unos conceptos y unas imágenes que son tan sublimes, que ya está, que trascienden a la mera poesía-rock. La poesía-rock es a lo que me dedico yo y la considero un género menor, esto lo hablo con amigos escritores y demás. Como me dedico a ella y soy recontra inseguro...
¡Te gusta tirarte abajo!
Exactamente. Igual no es un género menor, porque es mucho más complejo tener que estar al servicio de una métrica que te pone un punto, un deadline claro que son tres compases y terminar las frases con E y con A, es mucho más difícil que un tipo que escribe sobre un papel y el único límite que tiene es el margen, como la prosa o como la poesía. Por eso no es un género menor.
Y además la llegada que tiene, ¿no?
Sí, la llegada que tiene porque va en un vehículo que se llama viola, o batería, o bajo. Pero en realidad decir una frase que contenga, que diga, que comunique y que encima termine juuusto en el compás donde la bata hace “pá”, ¡y que encima termine con E! ¡Es dificilísimo, boludo! (Risas).
Y más hacer una carrera con eso, de tantos discos.
¡Claro! Yo te digo que es un género menor pero en realidad es dificilísimo, mucho más que un tipo que agarra y dice “¿qué tengo acá? Una hoja y una birome”. Listo, y entonces hago una imagen bárbara y termino donde quiero, freno donde quiero. En cambio, tener que terminar justo cuando la bata hace “pá” es bárbaro. Y los referentes, los que hicieron cosas buenas en ese formato y en ese vehículo son Dylan, Donovan, Patti, el Indio ni hablar... Entonces yo soy un pichón de eso y quiero ir aprendiendo a hacerlo cada vez mejor. Quisiera ser cada vez un mejor letrista. Todas las letras del grupo las hice yo, desde Massacre Palestina -cuando era chiquito- que soy el comunicador.

MASSACRE: EN RETROSPECTIVA Y MIRANDO AL FUTURO
¿Cuál considerás que es el mejor disco de la banda?
Ahí me tengo que sumar a la opinión de los críticos y de la gente: está el que dice que el mejor disco es uno de los ’90... No sé, la verdad es que no sé. No sé si decirte por discos sino por temas, a mí me gusta decirte “mirá esta letra, mirá este tema”, no sé si por disco.
¿Y cuál sería el mejor tema de Massacre?
A mí me encanta uno de El mamut que se llama Clavos y globos, que es una bestialidad y transmite un momento de mi vida que es tan tan tan desgarrador... ése me encanta.
¿Es el que le mostrarías a alguien que no conoce a la banda?
¡¡¡No, no, no!!! ¡No se lo mostraría ni loco! (Muchas risas). Porque es absolutamente terrible (Más risas).
¿Y cuál le mostrarías a alguien que no los conoce?
Qué sé yo... nosotros somos una banda jodida, depende quién sea, a quién se lo tenga que mostrar. Hay temas que son estribillo-estrofa, estribillo-estrofa y final; y otros temas son sucesiones de partes que nunca se repiten. Es como la cita, viste: salgo con una chica que no sé qué, salgo con otra chica que no sé cuánto...
¿Tienen pensado hacer un Obras o algún show grande próximamente?
Sí, el año que viene ya sacamos Ringo a la cancha, es un disco que salió hace re poco, con lo cual va a estar en la cancha en el 2012. Apenas tiene un corte de difusión, un solo videoclip, así que ahí van a entrar Obras, el Luna Park... Ringo es un disco de 2012 aunque ya entre en las encuestas y las estadísticas de este año.
¿El próximo corte cuál va a ser?
Estamos viendo, hay de todo. El disco es súper variado, súper elástico, podés elegir lo que quieras...
El deseo podría ser un corte seguro, ¿no?
Sí, es un corte seguro... pero para el invierno; ahí toca el tecladista de Las Pelotas.
[Lo vienen a buscar porque ya tiene que salir a tocar, recordarán que llevamos a cabo esta charla en la previa de un show. Walas consulta: -¿Toca Massacre ya?]
Tenemos que cortar, preguntame algo más: 'Walas, ¿blanco o tinto? (Risas). ¿Boxer o slip?' (Más risas).
Te hago esta última que creo que está buena para terminar: ¿sentís que representás a Massacre y que el grupo podría seguir si pierde a otro integrante, por ejemplo Pablo? ¿Podrían seguir llamándose Massacre?
¡Qué pregunta buenísima, boludo!
Te cagué, ¿no? (Risas).
Qué pregunta hermosa... (Piensa). No, mirá: yo asumo, lo dije y lo digo, que Massacre es un conjunto de individualidades, de criterios, de caracteres, de gustos musicales. Pero soy consciente de que Massacre somos cuatro tipos sobrios y un locazo que soy yo, ¿entendés? Ellos son cuatro tipos que, si querés, a nivel artístico y a nivel perfil, son cuatro Radiohead. Y yo soy un suicida, un bestia, un kamikaze que me tiro. Soy un bocón: la punta de la lanza, el tipo que sale vestido de mina, que dice barbaridades, que bardea a otros artistas (risas), que me mando al incendio, mientras los otros son… tranquilos.
Por eso: los sobrios son los que se pueden cambiar, no el loco... Massacre sin vos no existiría, partamos de esa base.
No, sin mí no existiría.
Y supongamos que viene un día Pablo y te dice “me voy”, ¿qué pasa?
Nooooo, yo sin Pablo no haría nada. Sin Pablo Mondello, que lo conozco de chiquito, mi compañero del colegio Mariano Moreno, que cuando yo venía con Dead Kennedys y con hardcore -con Wasted Youth, Black Flag y Minor Threat- el tipo venía con progresivo, con Genesis, con Yes, con Van der Graaf Generator... Nos amamos y nos enamoramos mutuamente sin gustarnos una cosa del otro, los discos que ponía Pablo con guitarristas virtuosos a mí no me interesaban y a él supongo que tampoco le interesaría Black Flag. Sin embargo hoy en día nos revalorizamos y yo digo “¡gracias a dios me crucé con este tipo cuando éramos chicos!”. Y él dice lo mismo: nos necesitamos, nos queremos mutuamente, recíprocamente.
La respuesta a mi pregunta, entonces, claramente es un “no”.
La respuesta es no. La mejor formación de Massacre es esta formación 2011, lejos. Digo “un, dos, tres, va” y es una bomba atómica; y nos llevamos bárbaro, no tenemos luchas de egos, no tenemos hoguera de vanidades (risas), no tenemos competencia a ver quién sale en la foto y quién no, quién dice y quién no. Nos equilibramos perfectamente.
Bueno, me alegro. Ya nos tenemos que ir, ¿algo más para decir?
Eh, no... (Risas). ¡Feliz año, felices fiestas!
¡Salud!

[Textos: Tucho.
Fotos: Gonzza Iglesias y Flo Filiberti.
Ingeniería psíquica: Madi Elorza, Fede Ruiz y Teté Creidy.
Se agradece a todos ellos y -nueva y finalmente- a Miriam Maidana, Eugenia Tavano y el Duende].