Su imponente chorro de voz y su modelito retro, ajustado y surtido de lentejuelas (bastante propio del tugurio más casposo de Las Vegas, esta vez sí), cautivaron de inmediato al siempre escéptico público del Primavera. No dejó de proclamar “I love you”, y no no dejó de oír “We love you too” como respuesta, durante el concierto. En las canciones que interpretó,primó el arrepentimiento, la profunda tristeza, el amor desmedido… Todo exagerado en su justa medida, a excepción del sexo.
Y es que cuando la pasión se apoderó del repertorio, Charles Bradley rejuveneció de golpe 40 años y empezó a llevarse un dedo a la boca, a acariciar todo su cuerpo (incluidos los genitales)… y los presentes plasmaron sus sensaciones en Twitter: “Charles Bradley nos está follando a todos”, escribió @Lara_Murga. Charles Bradley más caliente que el tranchete de los San Jacobos”, replicó @ciborgi. Pero la conexión espiritual acabó plasmándose en una tómbola de abrazos reales al final del concierto… y más de uno salió a la calle pensando que el soul mola. Que I feel good!
TEXTO Y FOTO: CARLOS G. CANO