La figura del general Charles De Gaulle siempre me ha interesado desde el punto de vista histórico. Un personaje tan decisivo en la política francesa, que se ha mantenido en primera línea tanto tiempo y en unas circunstancias tan adversas y tan importantes para el devenir del futuro de Francia como nación, me despertaba curiosidad hacía su persona. Quería conocer un poco más sobre él, su pensamiento, sus virtudes y defectos, entender al De Gaulle humano para comprender al hombre de estado. En definitiva quería saber su historia, las aguas de la vida donde le tocó remar y su personalidad para enfrentarse a todo lo que le aconteció en un siglo convulso.
Título: Charles De Gaulle. El estadista rebelde.
Autor: Pablo Pérez López.
Editorial: Ciudadela de libros.
Año: 2020.
Género: Biografía, Ensayo. Histórica.
Páginas: 222 páginas.
ISBN: 9788415436416
Sinopsis:
Charles de Gaulle (1890-1970), "el más ilustre de los franceses" como a veces se le llama, fue un hombre cuya talla y valía se agrandan con el paso del tiempo y los estudios que se le dedican. Militar por vocación y, a la vez, pensador sistemático y riguroso, fue un hombre de acción que nutrió sus decisiones en el atento examen de las circunstancias, las personas y sus raíces históricas. Eso le permitió ser protagonista de hechos difíciles de compaginar, como criticar la mala dirección de la guerra sin perder su fe en el ejército, colaborar con el héroe más valorado de su tiempo y disentir de él, pensar la política de defensa en contra de la corriente dominante y, lo más pasmoso: declararse el auténtico representante de Francia frente a su Gobierno cuando este decidió rendirse a los ejércitos de Hitler en 1940. Ese acto de rebeldía, que tuvo éxito contra todo pronóstico, marcó toda su vida, pero no fue una excepción. De Gaulle fue un gran inconformista, un permanente crítico en busca de nuevas soluciones. Su decepción por la marcha de la política tras la Segunda Guerra Mundial le llevó a formular propuestas alternativas cuando Francia volvió a estar al borde de la guerra civil en 1958 a causa de Argelia. Él volvió a ser la solución que evitó una nueva derrota, esta vez de la convivencia, y se convirtió en el modelador y primer presidente de la Vª República hoy vigente. Nunca le faltaron opositores y críticos. Hombre de profundos convencimientos, elaborados paciente y apasionadamente, De Gaulle luchó continuamente por convencer a los demás de aquello que a él le había convencido. Su vida fue una lección de rebeldía, de amor a su país y sus gentes, un ejemplo de qué significa hacer Política con mayúsculas, lejos de la mediocridad, como un soñador realista.
Impresiones:
“Nuestros padecimientos son nuestras lecciones. Cuando sufrimos, aprendemos”
Para poder examinar a De Gaulle hay que tener en cuenta el país donde nació. En aquella época, aquel 22 de Noviembre de 1890 Francia era una nación vieja y poderosa de la potente Europa, en una etapa en que la competencia entre las naciones por dominar el mundo era lo habitual.
Por este motivo y según nos cuenta Pablo Pérez López, nuestro protagonista no podía ser ajeno a esas realidades y más cuando quería ser soldado desde pequeño.
Un libro que ha cumplido las expectativas con las que me acerqué a él, pues trata en profundidad la figura del militar francés con un estudio riguroso en el que se nota que el autor ha manejado mucha documentación de primera mano con testimonios y cartas del propio general y de personas cercanas a su figura.
Lo importante es que no es un libro que se dedique a copiar y pegar información. En sus capítulos analiza, explica y elige con criterio las frases, las anécdotas y datos para que el lector pueda reflexionar y opinar sobra la figura de De Gaulle.
Se narran retazos de su infancia y de su educación en una familia con valores, culta y letrada con una madre muy religiosa. Un De Gaulle que de joven juzgaba su época y los acontecimientos no de forma individual sino en conjunto y como grupo.
Hay que tener en cuenta que era un verdadero analista de las situaciones y entre sus cualidades estaban el ser inconformista, estudioso y valiente (estos adjetivos son los que se me vienen a la cabeza leyendo este libro tras ver el tesón por el que lucho por Francia, como estuvo en primera línea de batalla cada vez que tuvo que guiar a sus hombres en las dos guerras mundiales) Esto solo puede ser comprendido viniendo de alguien que escribió en sus memorias que se había enamorado de Francia.
Charles De Gaulle es un rebelde incomprendido al que solo su tenacidad y los resultados finales le dan la razón de su postura, que logró en la mayoría de los casos, las críticas sobre él. Un hombre que gobernó tanto con las palabras como con los gestos y los hechos. Supo capear el temporal cuando Francia no existía y era un territorio ocupado o una Francia de Vichy de circunstancias, alejadas de su identidad verdadera.
Consiguió hacer renacer un país dividido por la guerra y la ocupación alemana. De Gaulle fue el hombre que mantuvo unido a patria. No era un hombre de partidos políticos, su único ideal político era Francia.
Finalizando el libro y siendo testigo a través de la lectura de sus últimos días tengo que reconocer que fue brillante hasta en su despedida. La historia de De Gaulle se cuenta a través de los hechos históricos que acontecieron a lo largo de su vida y de como él los afrontó. Su infancia, su carrera en la academia militar, su participación en la Gran Guerra, su papel en el exilio durante la ocupación nazi, su vida de político y su punto de vista de lo que necesitaba el país.
Autor:
catedrático de Histoira Contemporánea hasta el 2013, cuando se trasladó a la Universidad de Navarra, donde es director de su departamento de Historia y director científico del Instituto de Cultura y Sociedad.
Ha realizado estancias de investigación en varias universidades de Europa y de los Estado Unidos de América. Es autor de diez libros y más de un centenar de artículos en revistas especializadas y capítulos de libros.