Estas novedosas pistas se construyen a partir de bloques modulares, que son fabricados por inyección de plástico y que pueden provenir de elementos reciclados, por ejemplo, envases de botellas de la basura. Las bases que se requieren en el suelo son mucho más simples que las que se utilizan hoy en día, por lo que además se reduce gran cantidad de tiempo al ensamblarlas, aseguran.
Según sostienen sus impulsores, estos caminos pueden llegar a durar hasta tres veces más que uno pavimentado de manera convencional, y gracias a esta tecnología se reducirán los baches. Y en el caso de reparaciones en la calzada, el trabajo será mucho más rápido y sencillo. Además, el formato interno posee espacios huecos que permiten el drenaje del agua, como así también el paso de cañerías de agua, gas o tendido eléctrico.
Desde la empresa indicaron que pueden soportar temperaturas de hasta 80° centígrados sin sufrir deformaciones estructurales. Con estos pronósticos esperan que el proyecto se haga realidad lo antes posible, aunque habría que esperar la aceptación legal y la implementación real que, estiman, demoraría unos tres años.
En poco tiempo más se harán pruebas piloto en algunas autovías para probar los beneficios, rentabilidad y el nivel de seguridad que puedan brindar. Después del informe de la semana pasada de TN Autos sobre las diferencias de frenado según el tipo de asfalto, nos queda una duda: ¿estarán los pisos plásticos a la altura de las circunstancias?