Chavela Vargas

Publicado el 15 agosto 2012 por Lacoleccionistadeespejos
Los biógrafos deberán profundizar en el temprano exilio de Chavela Vargas y su repudio a su tierra natal, más allá del mito y su persona escénica.


Es inexacto (y absolutamente innecesario para apuntalar los méritos de Chavela Vargas) sostener ciertas afirmaciones, como se ha venido haciendo en las redes sociales, con el objetivo de argumentar que en Costa Rica la rechazaron por haber sido la primera mujer en el país en cortar su cabello y vestir pantalones. Esto (aparte de que es fácil comprobar que no es cierto) más parece una solución facilona, cómoda para muchos, para explicar una enemistad que provoca sentimientos inusitadamente violentos en varias direcciones.
Difícilmente habría sido Chavela Vargas “la primera mujer” en tener el pelo corto en Costa Rica. En los años veinte, el pelo corto (“á la garçon”) fue muy popular aquí, principalmente en sectores urbanos; para comprobarlo, bastaría con ver las fotos de esos años. Se seguía con fascinación la moda europea y de las grandes ciudades de los Estados Unidos, de donde llegaban revistas y figurines.

Colegio Superior de Señoritas. Álbum del Centenario(1888-1938).
Se ve en la foto a la señora Adela Castro vda. de Gutiérrez (ditinguida alumna
del curso de 1888), junto con la joven Julieta Pinto, una de las mejores 
alumnas entre las graduadas de 1938.

En aquella década, Chavela -nacida en 1919-, era apenas una niñita. Hay fotos de Carmen Lyra, Ángela Acuña, Julieta Pinto y otras líderes femeninas con pelo corto, en esa década y la siguiente.

Chavela en México, cuando solía
cantar sola acompañada
de la guitarra

 En los años cuarenta, la moda cambió, y la melena hollywoodense se puso en boga.

Frida Kahlo. Autorretrato de Pelona,
1940. Colección Museo de Arte Moderno
de Nueva York, íncluido en el libro de
Hayden Herrera, "Frida". Una
biografía de Frida Kahlo, 1985

Chavela estaba, para entonces, en México. En las fotos de sus primeros años de vida artística allá, aparece con una trenza, que no cortaría sino hasta décadas después. Ese estilo, como el poncho que se convirtió en su enseña, la identificaba con México, su patria por adopción.
 En cuanto a vestir pantalones, muchas lo hacían ya aquí cuando Chavela era pequeña y ni qué decir en las décadas siguientes.

  He leído en varias fuentes que en México su uso de esa prenda, tradicionalmente masculina, escandalizó a ciertos sectores.Sobre eso, no tengo datos, excepto que Frida Kahlo desde principios de los años 30 (antes de conocer a Chavela, a quien le llevaba 12 años) gustaba de usar pantalones (a veces con camisa blanca) y así aparece en varias fotografías y pinturas, al igual que lo hacían Tina Modotti y otras mujeres vanguardistas, que también usaban el cabello corto.Posiblemente todas ellas escandalizaban a los sectores conservadores y machistas, más por su ideología y sus opciones personales de vida, que por su atuendo o su peinado, aunque estos podían servirles de bandera o símbolo de su rebeldía. 
 Así como Chavela se vistió de poncho y trenza, Frida lo hizo repetidamente de india tehuana y trenzó su cabello en forma elaborada.
Nada de esto disminuye ni cambia la imagen de Chavela. 
Solo puede dar otra dimensión al rechazo que ella sufrió por parte de su familia y posiblemente de sus vecinos de San Joaquín de Flores, raíz de su viejo extrañamiento de Costa Rica, capítulo que deberá ser analizado a profundidad por sus biógrafos en su momento.Lo que sí pareciera aflorar es que el conflicto va mucho más hondo de lo que es aparente en la superficie.