Primera jornada de tensión en la Vuelta a España con triunfo para el colombiano Esteban Chaves (Orica-GreenEdge). Vincenzo Nibali (Astana) salvó la ropa.
Tras la soporífera y descafeinada primera etapa de contrarreloj por equipos no puntuable de cara a la general, la tensión comenzó en la ronda ibérica. El escenario fue el trazado de 158,7 km entre el malagueño Alhaurín de la Torre y el pintoresco Caminito del Rey, con dos puertos de cat. 3 en el desenlace. Nada de esprínt, poco de especulación.
La nota de la jornada fue una aparatosa y masiva caída en el último cuarto de jornada, cuando el pelotón comenzaba a apretar el ritmo de cara a neutralizar la fuga. Ese fue el momento donde Nibali quedó relegado del resto de favoritos. Delante Sky, Movistar y Katusha apretaron el ritmo y estiraron el pelotón hasta partirlo por la mitad.
Un denodado trabajo de los gregarios del italiano consiguió que Nibali hiciera contacto con el grupo más numeroso que rodaba detrás del pelotón, cabeza de carrera. Nibali serpenteó raudamente y poco antes del puerto final saltó al lote de favoritos. El italiano, emulando la ronda gala, salvó las ropas abusando del rebufo de los automóviles, algo que exaltó ánimos de más de alguno.
Reincorporado Nibali al pelotón, se afrontó el desenlace. El único que tentó suerte entre los favoritos fue Nairo Quintana (Movistar). El colombiano no llegó a abrir hueco significativo y fue neutralizado, aunque Chris Froome (Sky) y Joaquim Rodríguez (Katusha) entre otros, padecieron más de lo esperado.
Antes que Quintana fuera absorbido por el lote, atacó Chaves. El del equipo australiano se fue con Tom Dumoulin (GIant-Alpecin) y Nicolas Roche (Sky), aunque poco hicieron estos por la victoria -padecieron el desgaste de intentar seguir la rueda de Chaves-. El colombiano fue el que más se esforzó por estirar el margen y prevaleció en el final, sobre las rampas más duras. Gran victoria para Chaves.