Remeras, banderas, medallas, afiches y llaveros con la cara del “Che”. La incoherencia de este merchandising capitalista pretendiendo hacer apología del anti-capitalismo son nada más que la punta del iceberg del comunismo.
Pero tan nefasta como es aquella ideología lo son también sus líderes, iconos y ejemplos. Tan falsos como son sus ideales lo son sus promotores. Generalmente aristócratas tan aburridos de la abundancia que les rodea y del onanismo mental proveniente de su eterno ocio que deciden buscar emociones fuertes en el idealismo utópico. A cualquier precio.
Pero importante sería puntualizar que si bien muchos comunistas acérrimos provienen de cunas de oro, nos son ellos quienes construyeron dichas fortunas sino sus ancestros. Estos parásitos de sueños enfermos sólo se ocupan retorciendo sus propias mentes y las de muchos otros románticos fantasiosos, generalmente jóvenes, engañados con un mundo que jamás verán.
Tal es el caso de Ernesto Guevara. Proveniente de una familia de clase alta argentina, de rica educación, se recibió de médico. El rugby fue una de sus pasiones de juventud y lo practicó en el “San Isidro Club”, donde se codeó con la aristocracia porteña. Sin embargo, parece que tenerlo todo fue el detonador de la locura de este asesino psicópata.
No es mi intención desmenuzar su biografía, algo que ya hicieron mejor que yo miles de escritores y abunda bibliografía al respecto. Pero lo que no suele ser tan pregonado como su “supuesta” campaña revolucionaria, es la verdadera personalidad monstruo oculto bajo la boina y la bandera roja.
El Che está muy lejos de ser un honesto combatiente de la libertad. Se le conocía como “El Carnicero de la Cabaña”, y por ordenar la ejecución de cientos de personas sospechadas de traición a la ideología comunista. Disparaba sin juicio previo, y prefería ser él mismo quien realizaba las ejecuciones.
Luego de la conquista de Cuba, Guevara encarceló a los homosexuales, ordenó la ejecución de disidentes políticos, restringió con suma dureza la prensa independiente, trató de prohibir el rock and roll (¿¿wtf??) y condujo a la economía cubana a la quiebra (algo normal para cualquier dirigente argentino).
Ya de muy jóven muchos de sus amigos le conocían por su acentuado racismo, y por el hecho de que rara vez se bañara, echando la culpa a su asma. En repudio a la inmerecida popularidad de este oscuro personaje entre los jóvenes anti-sistema, muchas organizaciones a nivel mundial han comenzado a poner carteles con citas del guerrillero bajo el título: “¿Quién lo dijo: el Che o Hitler?”. Obviamente, todas las citas, elegidas por su barbarie, corresponden a Ernesto “Che” Guevara.
Aquí debajo reproduzco algunos de los no tan célebres pero muy reales pensamientos de este noble luchador de la libertad:
1. “Los jóvenes deben abstenerse de cuestionamientos ingratos de los mandatos gubernamentales. En su lugar, tienen que dedicarse a estudiar, trabajar y al servicio militar.”
2. “¡Los jóvenes deben aprender a pensar y actuar como una masa. Es criminal pensar como individuos!”
3. Durante la crisis cubana de los misiles en octubre de 1962, el Che apoyó a Fidel Castro en la confrontación nuclear con Estados Unidos. Sin embargo se decepcionó cuando el premier ruso, Nikita Khrushchev decidió retirar los misiles, ante la amenaza de una guerra nuclear. En declaraciones al reportero británico Sam Russell del periódico socialista Daily Worker aseguró:
“...si los misiles hubiesen permanecido (en Cuba), los hubiésemos utilizado contra el mismo corazón de los Estados Unidos incluyendo a Nueva York. Nunca debemos establecer la coexistencia pacífica. En esta lucha a muerte entre dos sistemas tenemos que llegar a la victoria final. Debemos andar por el sendero de la liberación incluso si cuesta millones de víctimas atómicas.”
Guevara y Castro en tiempos de juventud y barbarie compartidos.
4. “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con la libertad de prensa.”Esta es sin lugar a dudas una de las ideologías favoritas de muchos presidentes populistas latinoamericanos, como Hugo Chávez, Nicolás Maduro y la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner.
5. “Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un detalle burgués arcaico. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro.”
6. “¡El odio es el elemento central de nuestra lucha! El odio tan violento que impulsa al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndolo en una máquina de matar violenta y de sangre fría. Nuestros soldados tienen que ser así.”
7. El racismo de Che se hace evidente en estos comentarios en su diario de viaje:
“Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño, han visto invadidos sus reales por un nuevo ejemplar de esclavo: el portugués. El desprecio y la pobreza los une en la lucha cotidiana, pero el diferente modo de encarar la vida los separa completamente.”
8. “…el negro indolente y soñador, se gasta sus pesitos en cualquier frivolidad o en ‘pegar unos palos’ (emborracharse), el europeo tiene una tradición de trabajo y de ahorro que lo persigue hasta este rincón de América y lo impulsa a progresar, aun independientemente de sus propias aspiraciones individuales.”En la película “Diarios de Motocicleta” omitieron esta observación incómoda del diario del Che.
Che-Maradona: Mentes maquiavélicas que conquistan descerebrados para esparcir su ideología.
9. El 18 de febrero de 1957 el guía campesino Eutimio Guerra, fue acusado de pasar información al enemigo y enjuiciado por los rebeldes, que lo condenaron a muerte. A la hora de la ejecución, sus compañeros no podían decidirse a pasarlo por las armas, y fue entonces cuando el Che se adelantó y extrajo su pistola matando de un disparo en la sien a Eutimio: Luego describió en suceso en su diario de la Sierra Maestra:
“…acabé el problema dándole en la sien derecha un tiro de pistola [calibre] 32, con orificio de salida en el temporal derecho. Boqueó un rato y quedó muerto. Al proceder a requisarle las pertenencias no podía sacarle el reloj amarrado con una cadena al cinturón, entonces él me dijo con una voz sin temblar muy lejos del miedo: ‘Arráncala, chico, total…’ Eso hice y sus pertenencias pasaron a mi poder.”Posteriormente Che escribirá en su Diario:
“…ejecutar a un ser humano es algo feo, pero ejemplarizante. De ahora en adelante aquí nadie me volverá a decir el saca muelas de la guerrilla.”
10. En una carta a su padre refiriéndose a dicha ejecución escribe:
“Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar.”
Fuente:
The Libertarian
Traducción original:
The Canal