Traumatólogo: "¿Qué tal?"
Yo: "Bueno, tuve una semana más o menos buena, pero ahora me vuelve a doler muchísimo."
Y aparece David (mi guardaespaldas medicinal, es como una madre conmigo y es que como él dice "le tengo que durar mucho y soy muy poquita cosa") añadiendo: "Dile por qué".
A lo que yo le miro con un "No creo que haga falta decirlo...", pero no me quedó más remedio. Y ahí me tenéis a mí diciendo: "Sí, es que he estado montando salsas a mano con la batidora de varillas y creo que ha empeorado, pues me duele muchísimo...."
En fin, que sigo pensando que no hacía falta. Aunque os confieso que ha tenido su punto de gracia.
Después me han puesto dos infiltraciones y la que escribe se ha mareado y casi se cae al suelo... Es que soy muy poquita cosa. Jaja!!! Me he puesto tan blanca como la nieve y el médico se ha quedado alucinado... Bueno y los que esperaban fuera aún más. No sé qué habrán pensado.. Una chica entra al traumatólogo y cuando sale, no puede tenerse en pie. Ayyyy!! Qué tía.
Me pasa cada cosa. David me llama "La Blasa". Jaja!!! (por el personaje de José Mota) y yo, en honor al mismo, le contesto: "Ay Señor, llévame pronto!". Jaja!!
Eyyyy! Que me olvido de mi receta de hoy y eso no puede ser que está buenísima!!! Se trata de una Cheesecake cremoso cordon rose de chocolate blanco. Con ese título, como os podéis imaginar, es una bomba de relojería; pero, eso sí, deliciosa, e irresistible.
La receta es del libro "La biblia de los pasteles". Un "indispensable" si os gusta tanto como a mí la repostería.
Yo le he introducido alguna variante, como por ejemplo, en lugar de queso cremoso tipo Philadelphia, he utilizado un queso fresco batido desnatado, la base la he improvisado (experimentando un poquillo) poniendo una capa de copos de avena con frutas (pasas, plátano, etc) en la base del molde (delicioso el resultado). Además, para decorar la superficie de la tarta he repartido unas bolitas de almendra recubiertas de chocolate, finalizando con una capa de mermelada de melocotón ligeramente rebajada con agua. El contraste de la capa de cereales con las almendras crujientes chocolateadas y la cremosidad de la tarta era espectacular. Os recomiendo hacer la prueba ;)
Y ahora sí, empecemos con la receta.
Ingredientes:
Una cucharada sopera de zumo de limón
Medio litro de nata
1cucharadita de esencia de vainilla
Preparación:
1.- Mezclaremos bien ambos ingredientes.
Ingredientes:
454 ml de queso fresco batido
50 gr de azúcar
1 cucharada de maizena
3 huevos grandes
2 cucharadas de zumo de limón
726 gr de nata agria
255 gr de chocolate blanco
1.- En un bol ponemos el queso fresco batido.
Pasada esa hora, sacamos del horno y dejamos que la tarta termine de enfriar a temperatura ambiente (aproximadamente una hora más).
Cubrimos con papel film, una vez se haya enfriado y dejamos reposar en el frigo durante toda la noche.
Al día siguiente, sacaremos del frigo, cubriremos con una capa de cubitos de almendra bañados en chocolate negro, terminando con una fina capa de mermelada de melocotón ligeramente rebajada en agua (de esta forma es menos densa, facilitando así su reparto por la superficie de la tarta).
Y lista!!!
1.- Esta tarta la coceremos en el horno al baño maría a una temperatura de 175 ºC. Es conveniente que el agua no hierva, para ello, os digo un truquillo: poner en la base de la bandeja donde vayáis a echar el agua papel de periódico. A continuación, vertéis el agua caliente (debemos partir de agua caliente) y colocais el molde. El papel de periódico evitará que hierva el agua.
Un buen truquillo, ¿no? Jeje!! Cosecha de mi profesor de prácticas. Todo un crack!!
2.- Para un cheesecake más graso, más denso y que conserve su jugosidad sin la maizena, sustituiremos los tres huevos enteros por seis yemas (consejo y nota de la autora de "La Biblia de los pasteles").
3.- Es conveniente forrar la base del molde con papel de hornear.
4.- Tened en cuenta que este tipo de tartas debe reposar al menos una noche en el frigo. Por lo que si os pasa como a mí con las esperar en pastelería, mentalizaros de que ese día no la probaréis. Jajaja!!!
5.- El chocolate blanco es muy delicado y no se puede derretir en el micro. No caigáis en la tentación, se quema. Lo mejor es derretirlo al baño maría muy lentamente (el fuego muy bajito). Para ello lo cortaremos en trocitos pequeños y dejaremos que vaya derritiéndose.
6.- Otro aspecto importante es el proceso de enfriado de la tarta. Lo haremos en dos partes: la primera tras la cocción. Una vez esté lista, apagaremos el horno y dejaremos enfriar una hora dentro del mismo sin abrir la puerta. Pasada esa hora, sacaremos y dejaremos que termine de enfriarse a temperatura ambiente (una hora más).
Acto seguido, cubriremos con papel film y al frigo. Reposando de un día para otro. Estos pasos son importantes y, si los seguís, lograréis una Cheesecake espectacular!
Y creo que no me dejo nada... Buen provecho!!!