CHELSEA FLOWER SHOW 2013. Crónica

Por Sandra Donaire
La celebración del centenario Chelsea Flower Show ha concluido. Este edición, el máximo galardón del certamen, el “Best in Show” en la categoría de “Show Garden”, ha sido el jardín “Trailfinders Australian Garden” diseñado por Phil Johnson y patrocinado por un grupo de empresas australiano liderado por el prestigios vivero australiano Fleming’s Nurseries. En este jardín 18 voluntarios han trabajado durante 17 días para difundir un fuerte mensaje medioambiental y alternativo, basado en los valores sostenibilidad que el paisaje Australiano transmite. De hecho, la estructura más visible del jardín, una “Capsula de Diseño” se inspira en la flor del watarah o Telopea speciosíssima, la flor emblema de Nueva Gales del Sur, y la que el padre del diseñador aparentemente regaló a su madre antes de “declararse”. La propuesta ejecutada cuestiona de manera explícita el concepto de diseño de jardín al uso e incorpora conceptos de “buenas practicas” ambientales en un contexto urbano, muchas de ellas, imperativas en climas mediterráneos. Algunas de estas son la gestión del agua mediante su captura, conservación y reciclaje; elección de la vegetación a partir de las condiciones del lugar; la promoción de la biodiversidad y la creación de hábitats, la utilización de materiales reciclados y energía solar; y la previsión de la necesidad de reducir o contener posibles incendios. Toda una lección de aplicaciones prácticas de conceptos aparentemente abstractos que nos llega desde el Sur del planeta; un oasis que revive el espíritu y ayuda reforzar unas condiciones ambientales naturalmente frágiles. Inusualmente, la Reina Isabel dedicó varios minutos al jardín y expresó su curiosidad tanto por el diseño como por la selección de especies.

Sistema radicular de un árbol expuesto en Chelsea - Yuko Tanabe

No obstante, como todos los años, la elección del jardín ganador ha estado rodeada de una agria controversia. No solo se ha criticado el premio como “de consolación” por la anunciada retirada de Wes Fleming como patrocinador de jardines exhibición en Chelsea después de 9 años sino que uno de los máximos referentes del certamen, Christopher Bradely-Hole, ha acusado a los jueces de ser “mediocres”, de conceder un premio “injusto” y ha lanzado durísimos ataques contra el jardín australiano. Habiendo trabajado con Christopher y conociendo su carácter, no me sorprende ni su salida de tono y ni sus ataques a sus compañeros de profesión. Me ha sorprendido, sin embargo, el capote que le ha echado Arne Maynard, otro ganador del “Best in Show” de Chelsea para el que también trabajé en su momento, y cuyo estilo profesional y personal está en la antípodas del de Christopher, con el que solo le une su estrecha relación con Piet Odoulf. En su diario personal, y contra todo pronóstico, Arne elogia ampliamente el jardín de Christopher, prácticamente el único que menciona en su análisis personal de la edición de este año.

Detalles de asientos cerámicos diseñados y realizados por Scape Design para After de Fire - Yuko Tanabe

La excepción fue el jardín titulado “After the Fire”, de James y Helen Basson, y galardonado con el “Best Fresh Garden”, el máximo reconocimiento dentro de una categoría que apuesta por jardines de menor envergadura física que los presentados en la categoría reina, pero no por ello de menor calidad conceptual y de ejecución. La propuesta gira en torno al poder de regeneración de la naturaleza y adopta la estética del paisaje quemado por los poderosos incendios en el sur de Europa, que carbonizan el paisaje y dejan tras de si el color negro ceniza que Basson ha utilizado como leitmotiv de su jardín. La propuesta de vegetación se apoya en especies autóctonas de la región mediterránea tales como asfódelos, madroños, arrayanes, labiérnagos y jaras, y tal como comenta Fernando Lafuente en su blog para los Viveros Sala-Graupera “combina el verde lustroso de la vegetación con el oscuro suelo de mantillo carbónico y algunos troncos quemados, con un impactante pavimento de terracota naranja”. La propuesta de los Basson presenta ecos de la jardinería “hiperrealista” de Jihae Hwang y su propuesta “Quiet Time: DMZ Forbidden Garden”, ganadora de una medalla de oro en 2012 y que trataba un tema cargado política y emocionalmente, como es la zona prohibida entre las dos Coreas. Aunque la propuesta de los Basson no ha sido criticada directamente, si lo han sido los jardines con “mensaje oscuro” en general, tales como el suyo y otros como el de Jo Thompson, “Stop the spread”, que recibió una medalla de plata cuando la de oro se daba por segura. Aparentemente, los jueces valoraron negativamente la utilización de plantas no autóctonas en un jardín cuyo tema central era advertir de los peligros de las plagas y pestes que el propio ser humano libera y dispersa en el medio ambiente. Este purismo “autoctonista” pilló desprevenida a Jo y a muchos otros, ya que muchísimas plantas de jardinería en uso en el Reino Unido (y prácticamente todas la comestibles) proceden de otras partes de la tierra.

Colección de Lupinus expuesto en Chelsea - Yuko Tanabe

El debate creció soto voce hasta el punto de que se extendió el rumor de que el subtexto político de la propuesta de Thompson aludía ¡a la necesidad de controlar la inmigración de personas!, algo que la propia Jo ha desmentido en las redes sociales aunque parece que esto le ha restado puntos en un certamen escrupuloso en lo correctamente político. Para rematar la faena, uno de los jueces de Chelsea, que se presentaba a concurso en una categoría menor, también se enfadó cuando sus compañeros solo le otorgaron plata: sus muy poco flemáticos comentarios alimentaron un debate que todavía presenta rescoldos en la prensa nacional británica. Menos mal que la jardinería es aburrida…

Exposición floral en Chelsea - Yuko Tanabe

Por último, cabe mencionar que el maestro de la jardinería tradicional japonesa, Kayuzuki Ishihara también ganó en la categoría de “Best Artisan Garden”, lo que supone que dos recientes medallistas de oro en el Campeonato Mundial de Jardinería de Japón han copado los premios alternativos en esta edición del Chelsea Flower Show. Por lo que a mi respecta, mi medalla de plata en Japón, en este contexto ¡me sabe a platino! Noticia enviada por Gabino Carballo