Chelsea Manning, la militar transgénero que estaba en prisión por una de las mayores filtraciones de documentos clasificados en la historia de Estados Unidos, fue liberada este miércoles gracias a un indulto concedido por el presidente Barack Obama antes de terminar su mandato.
Manning, que estaba en prisión desde hace siete años, “ha sido liberada del Cuartel Disciplinario de Estados Unidos” en Fort Leavenworth, Kansas, dijo a la AFP la portavoz del Ejército, Cynthia Smith.
En julio de 2010, Manning -entonces un soldado conocido como Bradley Manning- fue arrestado por la divulgación, a través de WikiLeaks, de un enorme tesoro de más de 700.000 documentos militares y diplomáticos clasificados estadounidenses.
“Después de otros tensos cuatro meses de espera, el día finalmente ha llegado. ¡Estoy mirando hacia adelante!”, expresó Manning tras ser liberada, en un comunicado difundido por su equipo legal.
“Lo que sea que venga adelante, es más importante para mí que el pasado”, dijo Mannig. “Estoy asumiendo las cosas ahora, lo cual es emocionante, complicado, divertido y nuevo para mí”, añadió.
Tras recibir una sentencia a 35 años de cárcel por esta filtración, fue liberada al cabo de siete años gracias al indulto de Obama.
Sin este regalo de despedida de Obama, Manning, que sirvió como agente de inteligencia en Irak, habría tenido que permanecer tras las rejas hasta 2045.
Manning, ahora de 29 años y de quien hay fotografías disponibles públicamente, podría encontrar refugio en el hogar de una tía en la región de Washington.
En Twitter, la misma red que utilizaba desde su celda, publicó una foto de sus pies con zapatillas deportivas, con el comentario: “Primeros pasos en libertad”.
Los partidarios de Manning -quien intentó suicidarse dos veces el año pasado- temían que no sobreviviera a su larga sentencia.
Ahora, ella puede completar en libertad su proceso de transición como una mujer abiertamente transgénero.
Manning también había hecho una huelga de hambre en prisión para denunciar las duras medidas disciplinarias a las que era sometida, incluidos confinamientos solitarios.
El equipo de defensa de Manning tiene la intención de protegerla.
Manning, que nació en Oklahoma, tuvo una infancia difícil. Después del divorcio de sus padres, se mudó a Gales con su madre, quien reprimía su sexualidad y se burlaba de sus maneras afeminadas.
Virtualmente desconocida al momento de su arresto, Manning es ahora una figura bien conocida alrededor del mundo.
Aunque el presidente Donald Trump la ha calificado como traidora, ha recibido el apoyo de celebridades y es vista por muchos estadounidenses como una valiente activista de derechos humanos condenada injustamente por revelar muertes de civiles causadas por los bombardeos norteamericanos en Irak y Afganistán.
Manning no pudo escapar del país como lo hizo Edward Snowden, quien en 2013 publicó documentos que mostraban que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recolectaba información de las comunicaciones de ciudadanos estadounidenses.
Antes de su liberación, un grupo de músicos lanzó un álbum de recopilación con todas las ganancias destinadas a la militar que comienza una nueva vida.
“Hugs for Chelsea” (Abrazos a Chelsea), un álbum digital que se consigue con una donación de 25 dólares, tiene canciones de artistas conocidos por su activismo de izquierda, incluido Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine, y de Thurston Moore, cofundador de Sonic Youth.
Manning también se ha convertido en un icono para los activistas transgéneros.
“La primera cosa que Chelsea dice siempre cuando hablamos acerca de su libertad es que quiere regresar a la comunidad transgénero, para luchar por mucha gente trans, gran parte mujeres de color trans, que están en custodia, para seguir conectada con la gente joven que es trans”, dijo el abogado Chase Strangio, de la ONG American Civil Liberties Union, quien también es transgénero.
“Tiene un implacable sentido de la compasión y la justicia pese a todo lo que ha enfrentado”, agregó Strangio.
Manning cumplirá 30 años en diciembre. Tal vez entonces tenga la apariencia que ha deseado, después de que las autoridades de la cárcel rechazaron dejar que le creciera el cabello más de los cinco centímetros permitidos en la prisión.
Sin embargo, a través de sus abogados se le permitió iniciar tras las rejas un tratamiento de hormonas para empezar a transitar a su identidad femenina. Este proceso será más rápido en un ambiente fuera de la cárcel, dijo Manning.
Aunque la sentencia ha sido conmutada, se mantiene la condena, aunque ella ha apelado.
Por ahora sigue siendo empleada del Ejército, aunque sin salario, y conserva su seguro médico, según un portavoz militar.
Con información de AFP.
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