Cherchez la femme, no. Cherchez l’argent. Buscad el dinero. Escuche a quien defiende entusiásticamente la OPA hostil que Gas Natural, es decir, la Caixa, lanza sobre ENDESA, creada en 1944 por el Instituto Nacional de Industria (INI): parece oírse ruido de cheques comprando voluntades políticas y periodísticas.
La Empresa Nacional de Electricidad, Sociedad Anónima (ENDESA), comenzó a privatizase bajo mandato de Felipe González, y con Aznar concluyó como compañía privada, pero controlada indirectamente por el Gobierno.
En paralelo, la Caixa de Pensions catalana es la mayor caja de ahorros europea y la tercera institución financiera española: cercana al nacionalismo, no puede quejarse de Franco, que la ayudó a prosperar más que a cualquier otra caja española. Ahora es como el banco nacionalista catalán, y brazo indirecto de la Generalitat en toda España.
La Caixa ha ido quedándose, poco a poco, con las grandes productoras de energía del país. Si compra ENDESA tendrá para sí, casi, un monopolio energético. Dará electricidad como quiera desde una visión empresarial, pero también nacional catalana, no nacional española: abandonará o descuidará áreas que no le interesen a Barcelona.
España será una colonia de la Caixa, y de quien la gobierna realmente, que es la Generalitat. En último extremo, uno calentará su comida según los oscuros dictámenes, entre otros, de Pérez-Carod Rovira, que desde el Tripartito dirige los nombramientos en la entidad de ahorros.
Apoyar esta operación tan dudosa para los intereses generales, posiblemente generará sustanciosas comisiones: políticos, incluyendo ministros, periodistas y otras fuerzas vivas quizás manejen ya enormes cheques para crearle un clima favorable.
Hay antecedentes: Filesa, Malesa, Time Export y otras empresas de comisiones propiciadas por el PSC de Maragall, gobernante de Cataluña, eran una broma frente a lo que puede nacer ahora.