Cherry tree lane (Paul Andrew Williams, 2010. Gran Bretaña): un thriller falto de tensión, apoyado en su concepción supuestamente realista y, valga la redundancia, en tiempo real (apenas dura 75 minutos). Una pareja, bastante harta el uno de la otra, cenan tranquilamente en casa mientras esperan la llegada de su hijo preadolescente, que está en un entrenamiento de fútbol. De repente, suena el timbre y varios adolescentes (claramente de una clase social inferior a la del matrimonio), con cuentas pendientes con el hijo, asaltarán y tomarán el control de la casa. Quien formara parte del guión de la excelente The children (2008) y, a falta por ver su más conocida incursión en la dirección, The cottage (2008), firma un relato home invasion con fuerza (sin llegar tampoco a ser brutal o escalofriante; más bien apoyado en el hiperrealismo) en su último cuarto de hora pero intrascendente en todo lo anterior.