Yo ahora que tengo a los peques en casa, prefiero pasar más tiempo con ellos que frente a los fogones, y es que el tiempo pasa volando y en nada me encuentro de nuevo llevándolos y recogiéndolos del cole, y ellos los pobres haciendo deberes, trabajos y estudiando. Así que hay que aprovechar el tiempo y disfrutarlo.
Y este postre lo han disfrutado, sí, y de lo lindo. Si hasta Rafa dijo: "Mami, no quiero comer nada más para que no se me quite el sabor de la boca"..., después se le olvidó claro y le pudieron sus ganas de cenar...jajaja, pero creo que sirve para que os hagáis una idea de lo rico que está.
Me encontré con esta receta de casualidad en algunos blogs americanos y decidí prepararla, aunque con algunas modificaciones, vamos, a mi manera.
Ingredientes:
* Una lámina de hojaldre fresco (en la receta original, la base era de galletas trituradas y mantequilla).* Una lata de leche condensada (de unos 400 gr. era la que yo usé).* 500 ml. de yogur (yo utilicé yogur griego).* 1 Kg, de cerezas deshuesadas. Yo las cociné con un par de cucharadas de azúcar y un chorrito de vinagre de Módena, por eso necesité el kilo, pero en la receta que encontré las usaba enlatadas, y también se recomendaban al natural con una gelatina roja (del sabor que prefiráis) por encima, eso ya a vuestro gusto.
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Forramos nuestro molde con la plancha de hojaldre como necesita muy poco tiempo de cocción la horneé durante unos 15 minutos para que después no se quedara cruda. Recordad que para ello la pinchamos con un tenedor y le ponemos unos garbanzos a modo de peso por encima, para que no levante.
- En un bol mezclamos la leche condensada con el yogur y vertemos la mezcla sobre la lámina de hojaldre en el molde.
- Horneamos durante 15 minutos.
- Tras haberlo horneado, refrigeramos durante al menos un par de horas.
- Cubrimos con nuestras cerezas, de la manera que más nos guste, bien cocinadas, enlatadas, frescas, etc
Y ya tenemos listo nuestro pastel.
Ya veis que no os engaño, muy facilito y muy rápido, con poco tiempo de cocción e ingredientes muy sencillos.
La textura viene a ser como la de un pastel de queso pero con un sabor diferente, para que os hagáis a la idea. Y es de esos dulces que se deshacen en la boca y al masticar las cerezas se convierte en una mezcla deliciosa.
Pues lo dicho, animaos, porque no os va a decepcionar nada nada. Feliz finde y besotes.