La chía constituye una fuente importante de fibra, proteínas de alto valor biológico y antioxidantes naturales. Destaca especialmente por su alto contenido en ácidos grasos Omega-3, en particular, el alfa-linolénico. También es una fuente importante de proteínas de alto valor biológico y antioxidantes naturales y minerales. Entre los beneficios potenciales de estas pequeñas semillas ancestrales se encuentra la reducción del riesgo cardiovascular, reducción del colesterol “malo” y la mejora de la salud digestiva
En la industria alimentaria se emplea tanto el aceite como la harina de chía. El aceite se obtiene del proceso de extracción prensando en frío la semilla y presenta diversas aplicaciones alimentarias: panes, pastas, chocolate, tortas, mezclas de aceite de oliva, etc.
La harina de chía se aplica en dosis del orden del 2 al 5% para elaborar alimentos que adquieren características funcionales como “Fuente de Omega 3″. Algunas aplicaciones típicas de la harina de chía son alimentos cárnicos producidos a base de un sustrato de carne picada o molida (embutidos, hamburguesas, albóndigas y similares) y alimentos de panificación (pan, galletas, bollería, etc.).
Fuente : Innopan