Esto demuestra que para ser un héroe no es necesario nada más que tener un gran corazón, buenas intenciones y ganas de ayudar a la gente.
El de hoy, no es un héroe que realice actos heroicos o arriesgue su vida para salvar a otros, pero si es una gran persona disfrazada de superhéroe por una razón muy heroica: hacer sonreír a los japoneses que tras tantas desgracias han perdido las ganas de reír.
En una entrevista por la BBC, el denominado Chibatman declaró: "empecé a hacer esto hace como tres años. Las razones por las que decidí hacer esto es porque durante el gran terremoto, la gente se olvidó de sonreir. Quería devolver alas personas esas sonrisas y por eso comencé".