Chico y Rita, animación adulta, amor y jazz latino de la mano de Trueba y Mariscal

Publicado el 28 septiembre 2010 por Lanuez

Chico y Rita es la oportunidad de gozar de la animación que esta fuera del circuito hiper- comercial de los grandes estudios y series hechas como salchichón en la TV. Un danzón musical a través de la música Jazz latina, el amor y la aventura y de la mano de dos grandes artistas el director de cine Fernando Trueba y el ilustrador Javier Mariscal.
Trailer

Chico y Rita, largometraje de animación para adultos
Estreno previsto para Otoño 2010
Producido por Fernando Trueba PC, Estudio Mariscal y Magic Light Pictures
Guión de Ignacio M. de Pisón y Fernando Trueba
Música de Bebo Valdes
Dirigido por Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando
Chico y Rita, largometraje musical y de animación que es un paseo a la nostalgia de una Cuba llena de música , 1948 es un año clave pues la isla se agita no solo al vaiven del Jazz, la guaracha o el bolero sino también por la guerra interna.
De la mano de dos notables artistas el director Fernando Trueba (Belle Epoque, Calle 54) junto al historietista y diseñador valenciano Javier Mariscal (El diseñador de Cobi),
Chico y Rita son un dúo musicalmente afectivo pero que se ven separados por un productor norteamericano. Así el viaje del reencuentro que se inicia en La Habana sigue por Nueva York y París, el periplo ademas es acompañado por otro encuentro afectivo entre la música cubana y el Jazz .
El filme fue realizado totalmente en la Escuela Internacional de Cine y Televisión, ( San Antonio de los Baños), y para presentar al trío protagónico, se contó, con el talento de actores cubanos. Limara Meneses ), Eman Xor Oña y Mario Guerra pues notaran que hay rotoscopia parte de animación. Chico y Rita cuenta con la música de Bebo Valdés , y los "cameos musicales" de Chano Pozo, Charlie Parker, Dizzy Gillespie y muchos otros interpretes del Jazz.
"Hipnótica, sensual, exuberante" Hollywood Reporter
"Hypnotic, sensual, exuberant" Hollywood Reporter

"Trueba...Lo sabe todo sobre esa música. Lo demostró en su documental Calle 54 y lo vuelve a demostrar en esta tierna y salvaje historia de amor entre un pianista y una cantante que, a lo largo de 60 años, viaja de las calientes noches de la Habana precastrista a la revolución be-bop de Nueva York al glamur de Las Vegas y a Hollywood y a París. «Aunque no está basada en ninguno en concreto, es una historia parecida a la que seguramente vivieron muchos de los músicos cubanos que viajaron a Nueva York en la época», recuerda el cineasta. «La historia del jazz la han escrito los blancos, y por eso solemos olvidarnos de cuánto se ha nutrido de los ritmos latinos".
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