Chile estrena nuevo sistema electoral más democrático

Publicado el 28 abril 2015 por Yusnaby Pérez @yusnaby

Este lunes 27 de abril, la Presidenta chilena Michelle Bachelet firmó la ley que sustituye el vigente sistema electoral de naturaleza binominal por uno de carácter proporcional.

"Hoy es un gran día para la democracia" afirmó Bachelet en una ceremonia que tuvo lugar en el Palacio de la Moneda. "Hoy hemos dejado atrás la condena del sistema binominal, que por tanto tiempo limitó y lastró a nuestra representación política".

"Queda atrás un sistema que no reflejaba lo que somos... un sistema concebido a partir del miedo... el miedo a la democracia" continuó Bachelet. "Hoy con este nuevo sistema proporcional e inclusivo devolvemos a cada ciudadano el poder real de su voto... con este sistema también estamos apostando por una mejor o más justa representación para cada región: para las más pobladas, que quedaban subrepresentadas en el Congreso, y para las menos pobladas, que tendrán un mínimo de tres diputados".

También la ley se constituye como una acción afirmativa para acabar con la desigualdad de género en el Parlamento. "A partir de hoy el 40% de las candidaturas deberán ser femeninas" subrayó la Presidenta de Chile.

Esta ley fue aprobada por el Senado del país sudamericano el pasado 14 de enero, y está basado en el sistema D'Hondt. Este sistema permite obtener el número de cargos electos asignados a las candidaturas, en proporción a los votos conseguidos. Se caracteriza por un alto grado de proporcionalidad en aquel sistema con numerosos escaños a elegir por cada distrito. Por ello, el nuevo sistema, que será vigente a partir de las elecciones legislativas de 2017, subirá el número de diputados de 120 a 155, y el de senadores de 38 a 50.

El sistema binominal fue impuesto durante la dictadura de Pinochet, habiendo estado en vigencia por 25 años. El sistema binominal limitaba a dos los escaños por circunscripción y para conseguirlos una lista debía obtener al menos el 66,6 por ciento de los votos. Este es un limitante claro para los pequeños partidos que han estado prácticamente ausentes de la vida política Chilena hasta el momento.