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Los BTS se han consolidado como una alternativa altamente conveniente, ya que permite a los usuarios resolver la falta de propiedades adecuadas a sus necesidades y acceder a instalaciones diseñadas exactamente para sus procesos productivos.
Santiago, diciembre de 2025.- En un contexto donde el mercado de bodegas en Chile mantiene una actividad sostenida y la demanda por infraestructura más especializada continúa en aumento, los proyectos Build to Suit (BTS) han tomado un protagonismo inédito. Este año, el sector ha visto un fuerte impulso en este tipo de desarrollos, generado por empresas que requieren espacios capaces de responder a estándares técnicos más altos, como mayor altura, mejores pisos, climatización o configuraciones específicas para procesos productivos, que no siempre están disponibles en la oferta tradicional.
Un Build to Suit (BTS) es una propiedad diseñada y construida especialmente para un usuario específico, incorporando todas las características estructurales, sistemas y mejoras que su operación requiere. Como su nombre lo dice, funciona como un “traje a la medida”, para adaptar el proyecto a las necesidades del cliente, ya sea para procesos industriales, oficinas, retail, educación, salud u otros usos.
El director Industrial y Terrenos de JLL Chile, Felipe Larroulet, se refirió a tres grandes proyectos de estas características que manejan desde el broker inmobiliario. “Actualmente, estos se encuentran en distintos niveles de avance y son bien variados; un Centro de Distribución grande en Santiago, una propiedad industrial/comercial en la región de Coquimbo y una propiedad industrial en Antofagasta, que incluye bodegas y manufactura”, comentó.
“Estos proyectos cuentan con grandes beneficios, donde, de parte de la empresa usuaria de la propiedad, las ventajas son el poder contar con instalaciones hechas a su medida, en las dimensiones y con características constructivas y de equipamiento requeridas exactas para su operación. Los clientes pueden acceder a propuestas variadas, donde los desarrolladores tienen distintas características; foco u conocimiento de distintas zonas geográficas, tipo de proyecto y características de financiamiento”, complementó Larroulet.
Mientras que por el lado del desarrollador, el poder contar con una renta de largo plazo amarrada antes de tener que hacer la inversión, acceder a arrendatarios con un nivel de riesgo conocido, y un proyecto que también se puede ajustar de común acuerdo entre las partes, de manera que una vez terminado el contrato tenga una buena recepción en el mercado.
La alta demanda por este tipo de proyectos se debe a la dificultad de encontrar instalaciones que se adecúen a ciertas operaciones más específicas, a la escasez de grandes superficies y a que el mercado está muy desarrollado de parte de la oferta, por lo que se pueden conseguir propuestas serias y confiables si se cuenta con un requerimiento real y bien definido.