Chile y su Bomba de Tiempo

Publicado el 10 mayo 2021 por Moebius
Rodrigo "Solnegro" Contreras, además de ser músico y productor musical desde su proyecto Experimentos Rurales (colectivo discográfico chileno del cual hemos presentado varios de sus productos), es destacado como economista de la Maestría de Desarrollo Económico de la UNSAM, y nos escribió especialmente para el blog cabezón un desarrollo titulado "Crisis social a causa del modelo económico chileno", donde nos cuenta un poco la situación de la que derivó en el  estallido social de octubre de 2019 y la consiguiente crisis institucional, política, social y económica de Chile, una bomba de tiempo a la que la pandemia lanza al horno más caliente.
Se cumplieron poco más de un año y medio de lo conocido como Estallido Social en Chile, Rebelión de Octubre o Crisis Social en Chile, la cual nace del agotamiento de la población ante la presión sistémica que ejerce el modelo económico en Chile: productos caros, bajas pensiones, deudas estudiantiles, poco financiamiento para salud pública de calidad y muchísima desigualdad.
Esto es así porque durante la dictadura cívico-militar se adoptó el modelo neoliberal propuesto por los economistas de la Universidad de Chicago el cual recomienda que el mercado sea el gran regulador del sistema productivo y que el Estado sólo intervendrá en lo mínimo, cuando el mercado no alcance (Principio de Subsidiariedad en la Constitución Política de Chile). Ahora bien, tener claro que si bien el Estado no interviene en la economía activamente no quiere decir que se haya reducido, sino todo lo contrario, se fortaleció para mantener a toda costa las instituciones necesarias para que exista el neoliberalismo.
Siempre se vio afuera que Chile era un país serio y un ejemplo de crecimiento, me comentan colegas en Argentina, pero este crecimiento sólo era recibido por pocas familias de la elite chilena y otras empresas transnacionales que remiten sus utilidades hacia sus casas matrices (una cosa es crecer, lo otro es distribuir). El fuerte de este crecimiento es el cobre y el sector financiero, seguido de un gran sector agroexportador. Más de la mitad de las exportaciones chilenas son cobre el cual un tercio está en manos estatales y el resto en enclaves transnacionales. Si bien éste commodity genera mucha riqueza y es importante como ingreso para las arcas fiscales, no tiene un destino específico como financiar bienes públicos que satisfagan las necesidades de la población, sin embargo, durante muchos años, el único destino indudable era para las Fuerzas Militares gracias a la Ley Reservada del Cobre (https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Reservada_del_Cobre).
Por otro lado, tenemos el sector financiero cabalgado fuertemente por las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP) y los bancos. Las AFP son entidades que reciben las previsiones de los trabajadores y son utilizadas para invertir y recibir jugosas ganancias, sin embargo, la mayor parte de estas se las quedan los administradores de los fondos mientras que las pérdidas pueden ser sociabilizadas sin problemas. Entonces vemos que no hay mecanismos para compartir equitativamente las ganancias de los ahorros de los trabajadores, y muchas veces vemos a nuestros abuelos que trabajaron toda su vida pero mantienen pensiones miserables, y ni hablar de las mujeres que trabajaron sin remuneración como dueñas de casa y no lograron ahorrar. Si bien el Estado financia pensiones bajas (la mitad del sueldo mínimo), están lejos de que esos montos cubran todas las necesidades de un adulto mayor. Mientras tanto, los hogares chilenos están sumamente endeudados con bancos o tarjetas de tiendas comerciales y los créditos a la educación superior son tan tormentosos que te pueden seguir durante 30 años. Esta deuda exprime un salario que no ha crecido a la par del crecimiento de la economía (con excepción de los sectores mencionados) y que es muy bajo en relación a los precios de los bienes y servicios. ¿Quién crece cuando crece Chile?
Chile se jacta de ser un país con instituciones democráticas fuertes, sin embargo, luego de los episodios de represión y crisis vividos en el país, la desaprobación del presidente Sebastián Piñera logró record histórico para mandatarios. Naturalmente, en países serios y no “bananeros”, cuando la mayoría aplastante de un país presiona la renuncia de un funcionario público, este debe acatar, pero no ocurrió. A pesar de llegar a tener 6% de aprobación según las encuestas, Piñera sigue en el poder y eso daña la democracia ya que hoy vemos que son los empresarios y las fuerzas armadas las que sostienen su mandato. Entonces nos encontramos con algunas características fascistas en el Chile actual: militarización en las calles y prácticas anti-democracia, sumado al poder de una pequeña elite y una economía de corte liberal.
Si bien el neoliberalismo te dice que cada persona es igualmente libre y que ese “dejar-hacer” brinda la clave del desarrollo, esto no es cierto cuando tienes desigualdad de poder entre trabajadores y capitalistas, por lo tanto, dejar a la deriva a la economía al libre mercado, dejando de lado el poder, significa que estas desigualdades se amplificarán. Además, esta ideología juega mucho con la individualidad de las personas, destruyendo sus capacidades políticas para la transformación del espacio social. Pero este cuento se acabó.
Después de año y medio, aún vemos en las calles la protesta y el compañerismo entre distintas personas, todas con un fin alineado y sin el miedo que la dictadura dejó en nuestros padres y abuelos. Es más tangible un proyecto comunitario y no individual, donde el Estado vuelve a involucrarse y trabajar en las fallas que tiene el mercado como amplificador de la desigualdad. Más aún, los chilenos piden dignidad, ni siquiera tener grandes sueldos, sino asegurar lo mínimo para tener una mejor vida: salud, educación y comunidad. Este proyecto está en curso con la derogación de la antigua Constitución, y la formación de una nueva, y esperamos que los ideales se mantengan firmes y no se diluyan luego de la aprobación de la nueva Carta Fundamental, como ha pasado con otros movimientos sociales en la historia.
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Rodrigo Contreras / @solneg.ro
Economista de la Maestría de Desarrollo Económico, UNSAM
Director y cofundador del Colectivo Discográfico Experimentos Rurales / @experimentosrurales
Músico en Dhármico y Droste / @dharmico @drostebanda