El Gobierno de China acusó este lunes a Estados Unidos de cometer severas violaciones contra los derechos humanos, dentro de su territorio y alrededor del mundo, así como también criticó el «doble rasero» adoptado por Washington al momento de evaluar a otros países en lo concerniente a esta misma materia.
En el informe elaborado por el Consejo de Estado (gobierno) chino, Beijing acusa a Washington de «cerrar los ojos sobre su propia situación lamentable de los derechos humanos» y alzarse en «juez mundial» sobre el asunto, sin ningún mérito para ello.
China no justifica que la nación norteamericana se dedique a emitir condenas sobre otros países, sin antes revisarse internamente ni corregir las constantes violaciones de DD.HH. que ocurren en su territorio.
La portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, denunció que el informe anual sobre derechos humanos, elaborado por Washington, «está plagado de prejuicios» y «evalúa a China con dos estándares diferentes».
«Desde la reforma y apertura de China, hace más de treinta años, la situación de los derechos humanos en nuestro país ha logrado grandes progresos, lo que es un hecho para todos», subrayó la funcionaria.
En vista de ello, las autoridades chinas respondieron a Washington con un contrainforme, en el que condenan las operaciones militares que realiza el Gobierno de Barack Obama en el extranjero,el uso de drones y la poca protección que brindan a sus ciudadanos, en un momento de auge para la violencia armada.
Asimismo, Beijing acusa a la administración estadounidense de vigilar a sus ciudadanos y arremeter contra la financiación del sistema político estadounidense, que a su juicio, daña a la democracia en ese país.
Las críticas también incluyen asuntos como la violencia «pasmosa» que dejan las «matanzas masivas», como la perpetrada en julio de 2012 en un cine de Colorado (sur) o la cometida en diciembre pasado en una escuela de Connecticut (noreste).
«Los estadounidenses son el pueblo más armado del mundo por cabeza», dice el informe, que además acusa a la potencia rival de tener «graves problemas» en materia de discriminación racial y religiosa.
Por último, China recuerda que Washington, con esa doble moralidad, «utiliza el tema de los derechos humanos como un pretexto para intervenir en los asuntos internos de otros países», tal como sucede en Siria, Libia, Corea del Norte, entre otras naciones.
«No existe ningún país donde la situación de los derechos humanos sea perfecta. Nosotros estamos dispuestos a compartir experiencias en programas de derechos humanos, en la base de la igualdad y el respeto mutuo, para promover la comprensión y mejorar la situación juntos», puntualizó Chunying.
El pasado viernes, Estados Unidos publicó en un informe anual del Departamento de Estado que «la situación de los derechos humanos se ha deteriorado en China en 2012», en particular en las regiones habitadas por tibetanos y uigures.