MEJOR MOMENTO DEL DÍA:
Pudong, Shanghai
Día 6 (31/08/2013). De Beijing a Shanghai
A las 6h de la mañana suena nuestro despertador y nos ponemos rápidamente en pie ya que nos vamos a Shanghai. Nos aseamos, recogemos nuestras cosas y bajamos a recepción para hacer el check-out. Nos hacen esperar unos minutos para comprobar la habitación y al ver que todo está correcto nos devuelven los 200 cny de fianza que habíamos dejado el primer día. Tenemos que dirigirnos a la estación de tren de Beijing South para coger el tren maglev de alta velocidad y aunque al principio teníamos la intención de ir en metro (parada: Beijing South Railway Station, línea 3) al final nos decidimos por tomar un taxi ya que vamos cargados con las maletas y aprovechamos que el taxi en China es bastante barato. Así que preguntamos en recepción si pueden llamar para que venga uno y nos dice que será más fácil y rápido salir con nosotros a la calle principal para pararnos uno y así lo hacen. Debo decir que agradecemos la amabilidad de todas las personas que nos atendieron en la recepción del hotel 161, fueron en todo momento muy atentos y agradables.
En unos 30 minutos llegamos a la estación de trenes. El taxista para el taxímetro justo a la entrada de la calle que nos llevará a la estación donde hay cola de coches que están entrando y cuando todavía quedan bastantes metros para llegar a la zona de descarga de pasajeros. Nos parece muy legal. Cuando nos deja en la puerta de la estación y nos cobra los 32 cny (4 euros) que el taxímetro marcaba hace unos minutos le damos una propina que no se espera y que nos agradece de forma efusiva.
Entramos en la estación algo después de las 7h de la mañana, cuando falta algo menos de una hora para la salida de nuestro tren. Se trata de una estación grande y moderna, con muchas tiendas y servicios pero es muy fácil ubicarse. Justo en la entrada encontramos una gran pantalla en la que enseguida vemos anunciado nuestro tren (en chino y en inglés) que va a salir por la plataforma número 7. Decidimos ir a buscar nuestra puerta de "embarque" (esta estación parece más bien un aeropuerto) y la encontramos rápidamente, mucho más fácil de lo que habíamos imaginado. Como es pronto y la puerta todavía está cerrada, aprovechamos para ir a desayunar a un Starbucks de la estación.
Estación de tren Beijing South
A las 7.30h volvemos a la puerta que nos llevará a la plataforma de nuestro tren y ya hay bastante cola de gente esperando. Digo cola por decir algo porque una de las cosas que hemos comprobado durante este viaje es que los chinos no saben hacer colas, más bien se agolpan en las puertas sin ningún orden preestablecido.
A los pocos minutos abren las puertas y entramos en el tren de levitación magnética, al que le encontramos un gran parecido al AVE, con una diferencia: ¡hay enchufes en todos los asientos! En cuanto a la velocidad, pocas diferencias con el AVE. Habíamos leído que alcanzaba velocidades de hasta 450 km/h pero debe de ser en otros tramos, en el nuestro la velocidad máxima rondaba los 300 km/h que tampoco está nada mal.
Hay asientos de 3 y de 2 y por suerte nos toca uno de dos. Miramos por las ventanillas y contemplando el verde paisaje nos entretenemos durante las casi 5 horas de trayecto que tardamos en recorrer los 1.463 km que separan Beijing de Shanghai.
Vistas desde el tren maglev Beijing-Shanghai
Llegamos a Shanghai sobre las 13h y decidimos comer en uno de los restaurantes de la estación Shanghai Hongqiao Railway que estaba lleno de gente y nos dio buena impresión pero no era nada del otro mundo, es más, diríamos que fue la peor comida que hemos tenido en China ya que todo sabía a pre-cocinado y poco elaborado (2 platos + 2 acompañamientos + 2 bebidas nos costó 72 cny, unos 9 euros). No me acuerdo del nombre del restaurante pero tampoco lo recomendaría.
Restaurante en la estación de Shanghai
Nos dirigimos a la zona de taxis con la dirección de nuestro hotel, en chino, en la mano y esta vez no tenemos ningún problema con el taxista, a diferencia del que nos trasladó del aeropuerto a nuestro hotel en Beijing. Shanghai es una ciudad muy occidentalizada, en todos los sentidos, cosa que nos defraudó bastante. Pero una de las cosas buenas es que la mayoría de taxistas están acostumbrados a los occidentales y todos hablan inglés, cosa que no pasa en la tradicional Beijing que, tal y como os comenté, muchos taxistas ni tan siquiera quieren coger a clientes extranjeros, suponemos que por miedo a no entendernos.
El taxi tardó unos 40 minutos y nos costó 82 cny, unos 10 euros. Llegamos al JinJiang Metropole Hotel, un hotel 4* ubicado en un edificio histórico en el centro de Shanghai. Lo elegimos principalmente por su ubicación. Teníamos muy claro que queríamos un hotel muy cerca del Bund, desde donde se tiene una estupenda vista del Pudong, la imagen más emblemática de Shanghai. Este hotel se encuentra a menos de 5 minutos caminando, además, está cerca también de la famosa calle comercial Nanjing Road y de la estación de metro East Nanjing Road. La verdad es que el hotel es enorme y con muchos servicios. Nos gustó y no tenemos quejas, a parte de que tuvimos que insistir para que nos devolvieran la fianza de 900 cny (112 euros) a nuestra tarjeta mediante algunos correos una vez en España. Una vez finalizados los relatos dedicaré una entrada para hacer una reseña detallada de todos los hoteles de este viaje a China.
Estamos en la habitación muy pocos minutos. No podemos resistirnos, queremos ver ya la famosa imagen del skyline de Shanghai, imagen que merece la pena ser vista de día y de noche. En menos de 5 minutos estamos en el Bund, que conforma un agradable paseo que discurre paralelo al río Huangpu, río que divide la ciudad en dos y nos deja disfrutar de esta inolvidable estampa del Pudong.
Pudong
Pudong
Seguimos caminando por esta agradable avenida, tipo paseo marítimo, que parece no tener fin. A cada momento nos paramos a contemplar de nuevo esta imagen que tantas veces habíamos visto antes en fotos. Cuando llevamos un buen rato caminando decidimos dar la vuelta y poner rumbo a la calle comercial más famosa de Shanghai: Nanjing Road. Se trata de una calle peatonal llena de tiendas, centros comerciales y restaurantes. Para nosotros fue una decepción: demasiada gente (dicen que pasan por ella 1.000.000 de visitantes al día y que es una de las calles más concurridas del mundo), demasiadas tiendas de marcas conocidas y demasiado edificio. Si no hubiese sido por algunos carteles en chino podíamos haber pensado que estábamos en cualquier calle comercial de cualquier ciudad europea, cosa que a nosotros no nos gustó estando en China. Preferimos la tradición a la occidentalización, aunque esto ya es cuestión de gustos.
Os mostramos en un breve vídeo el punto de acceso a la parte peatonal de Nanjing Road:
Nanjing Road, Shanghai
Seguimos caminando hasta la Plaza del Pueblo (People's Square) donde 3 jóvenes chinos (2 chicas y un chico) nos pidieron, en inglés, que les hiciéramos una foto, algo que no nos había pasado hasta ahora. Le digo al chico que compruebe la foto para ver si le gusta y la verdad es que no le hace mucho caso a la cámara y empieza a hablar con nosotros en inglés preguntándonos de donde somos, si estamos casados, etc. Había leído en foros y blogs que en algunas partes de China existía el "timo del té" en el que jóvenes chinos se ponían a hablar con turistas aprovechando cualquier excusa (como practicar el inglés) hasta que en un punto dado se ofrecían a llevarte a una casa de té de algún familiar que te acababa clavando cantidades desorbitadas por tomarte un té o te obligaba a comprar en la tienda. Sabiendo esto decidimos no seguir dándoles conversación y sacárnoslos de encima, por si a caso.
Plaza del Pueblo, Shanghai
Empezó a oscurecer y sobre las 19.30h, cuando ya era completamente oscuro, volvimos al Bund para contemplar el Pudong iluminado, pero ¡sorpresa! no había ni una luz encendida ¿cómo puede ser? No seremos tan gafes que habrá habido algún problema y hoy no encienden las luces... Esperemos que no. Decidimos volver al hotel, ir a cenar a un restaurante cercano y volver a intentarlo más tarde. Entramos y el restaurante tenía una especie de recepción/sala de espera en la que tuvimos que sentarnos unos minutos esperando para tener una mesa ¿buena señal? A los pocos minutos nos indicaron que ya podíamos pasar al restaurante y al entrar ya vimos que, por la decoración y el tipo de gente que veíamos sentados en las mesas el restaurante sería, seguramente, algo más caro de lo habitual. Cenamos unos platos riquísimos pero también los más picantes desde que estamos en China! Yo iba combinando el bol de ternera picante con el plato de tofu, que no tenía mucho sabor, para así contrarrestar un poco, pero madre mía, la boca me ardía!! :) 3 platos (uno de ellos un bol tamaño familiar!) + 2 bebidas nos costaron 148 cny, la comida más cara que pagamos en China pero que al cambio son sólo unos 18.5 euros.
Primera cena en Shanghai
Salimos del restaurante con dirección al Bund por tercera vez en el día. Íbamos sin cámara ya que la habíamos dejado en el hotel para no llevarla encima en el restaurante a la hora de cenar. ¿La vamos a buscar? Como estamos muy cerca del Bund y un poco ansiosos decidimos pasar de la cámara y disfrutar del momento captando alguna imagen con nuestro móvil. ¿Estarán las luces encendidas, verdad? ¡Esta vez sí!
Ahora sí, ya podemos regresar al hotel a descansar y poner punto final a un día en el que hemos recorrido muchos kilómetros en tren y a pie y que nos deja una imagen que llevábamos tiempo esperando.
Mañana seguiremos descubriendo una ciudad que, a parte de esta magnífica vista del Pudong que nos alegramos de haber visto, no nos está emocionando por:
- Estar llena de centros comerciales y tiendas occidentales de marca. - Encontrar aglomeraciones de gente que no hemos visto en Beijing. - Descubrir más gente pidiendo en la calle. - Ser una ciudad que no se extraña al ver occidentales, aunque esto podría ser un punto a favor...
Aunque no quiero que se me malinterprete ya que no es una ciudad fea para nada, simplemente que creemos que no merece la pena hacer tantos km para ver una ciudad "totalmente occidental", nosotros en China apreciamos otros elementos.
Resto de entradas del viaje:
Día 0 - Preparativos
Días 1 y 2 - Llegamos a Beijing
Día 3 - Descubriendo Beijing: Silk Market, Ciudad prohibida, Parque Jingshan (colina del carbón), parque Beihai
Día 4 - La Gran Muralla China (Mutianyu) y Zona Olímpica
Día 5 - Último día visitando Pekín
Día 6 - De Beijing a Shanghai