Después de tantas cookies, trifles y otros tantos dulces que comemos por ahí, necesitábamos un domingo de mates calentitos con algo rico pero más bien salado para acompañar...
Además, C.A.I. tenía que llevar galletitas saladas al jardín, así que nos tomamos la atribución de cambiar galletitas por pancitos, y decidimos amasar chipa! A ella le encanta comerlos, y ahora también hacerlos, ya que es super fácil, y la masa se puede manosear mucho!
El chipa es un pan típico de la mesopotamia argentina y de Paraguay (muchas veces ellos le agregan anís a la masa). También en Brasil hay algo parecido, el pão de queijo, pero tendríamos que preguntarle a Sylvia, que tiene un blog maravilloso en inglés, portugués y castellano, si ella sabe la receta, porque la consistencia no es igual a la del chipa guaraní.
En Argentina, los mejores chipa son correntinos, y los chipacitos misioneros.
Es a base de harina o fécula de mandioca y queso. Se pueden hacer con forma de pancito, rosquita, trencita, o los que hicimos nosotras, chipacitos: bolitas del tamaño de una nuez.
Cuando era chica e íbamos a Corrientes, traíamos chipa en forma de pan flautita. La primera vez que comí chipa casero también tenía esa forma: mi abuela había conseguido que le trajeran de su Corrientes fécula de mandioca, y los preparó.
Con los años se pusieron de moda, y ahora se consiguen en muchas partes, pero generalmente son los chipacitos; y también es muy fácil conseguir la fécula de mandioca en cualquier dietética y hacerlos en casa.
Chipa (135 unidades)
Ingredientes:
1 kilo de fécula de mandioca
1 kilo de queso semi duro rallado: Mar del Plata, fontina, pategras, o una combinación de quesos
30 gramos de sal
200 gramos de manteca
8 huevos
100 mililitros de leche
Preocedimiento:
1. Mezclar el queso con la fécula y formar una corona.
2. En el centro colocar la manteca, los huevos, la leche y la sal.
3. Empezar a unir del centro hacia afuera.
4. Amasar hasta integrar todos los ingredientes.
5. Formar choricitos y cortar en porciones del tamaño de una nuez, a las que luego se les dará forma redonda.
6. Hornear en horno precalentado fuerte, por 7/8 minutos. El chipa no se dora, queda más bien blanquito, y si lo dejamos de más se quema el queso.
7. Consumir recién hechos. Y como son muchos, lo ideal es freezar las bolitas en una placa, para luego embolsarlas y que no se peguen. Duran 6 meses en el freezer, y se pueden hornear la cantidad deseada según la ocasión. No hace falta descongelarlas, pero quizás lleven unos minutitos más de horno.