Chips crujientes de kale

Por Bouquetgarni
Antes que nada, permítanme presentarles al kale. Pues bien, en los últimos tiempos su nombre resuena por todos lados (en especial, en el ambiente de la comida saludable, vegetariana-vegana y sustentable) porque se ha puesto de moda. Se lo puede encontrar en sus distintas variedades por los mercados de productos orgánicos y gourmet, el Barrio Chino y en los sitios web de venta de verduras, frutas y artículos orgánicos. Aquí, lo conocemos con el nombre que se le da en el mundo anglosajón; pero, esta virtuosa (ya les contaré por qué) hortaliza es también conocida como col rizada, col crespa o berza rizada.Por estos lados, es bastante fácil conseguir chips-bocaditos de kale/col rizada para picotear-a modo de snack como un alimento sano, en lugar de dulces, galletas u otros productos que consumimos intentando aplacar nuestro hambre y sólo nos aportan calorías vacías. Sin embargo, no son para nada económicos. Por eso, hoy les propongo preparar en casa - y sólo en un rato - nuestros propios chips de kale/col rizada por muy poco dinero, logrando además distintos sabores según nuestros gustos y deseos ;)

Para preparar una buena cantidad de chips-bocaditos crujientes (la bandeja que ven en la fotografía, más algunos que, de manera misteriosa, desaparecieron de la escena antes que pudiera sacar las fotografías. Creo que tengo que revisar las cámaras de seguridad al mejor estilo CSI... Jajaja) sólo harán falta unas 4-5 hojas de kale/col rizada. Si consideramos que los atados son de unos 300 gramos (por lo menos, los orgánicos que yo compro tienen ese peso aproximado), tenemos para hacer chips-bocaditos para rato y de todos los gustos que se nos antojen.
Aquí les dejo el listado de ingredientes.
Como ya les dije, preparar estos chips-bocaditos es cuestión de ganas y un ratito de tiempo porque son cero complicación y mucha satisfacción. Ya verán. ¿Nos ponemos a trabajar?Tomá unas 4-5 hojas de kale/col rizada (cualquiera de sus variedades; en este caso se trata de la morada), quitándoles el tronco/penca y lavándolas muy bien (algunos especialistas recomiendan que mientras lavás las hojas bajo el chorro de agua masajees un poco los bordes para hacerlos más tiernos, ya que son la parte más gruesa y la que le da ese aspecto enrulado característico. Yo, particularmente, no le hago nada en especial más que lavarlas con cuidado). Luego, secalas con dedicación para que no quede ningún resto de agua (en esto sí pongo especial atención). Esta tarea es fundamental para que los chips-bocaditos resulten perfectos, bien sazonados y crujientes.

Entonces, cortá cada hoja con las manos en pequeños trozos (el tamaño debe ser el de una pequeña porción que te llevarías a la boca sin que presente dificultades), teniendo en cuenta que al cocinarse algo van a encoger por pérdida de agua.Aparte, en un bol, prepará la mezcla de aceite saborizado que hará toda la magia: Colocá 2-3 cucharadas de aceite (yo utilicé de coco) junto con 2 cucharadas de jugo de limón. Agregá sal, pimienta y nuez moscada recién molidas, 1 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharadita de pimentón ahumado  y 1/3 de taza de queso rallado (utilicé Provolone). Con un batidor, integrá muy bien todos los ingredientes.

Disponé los trocitos de hojas de kale/col rizada dentro del bol y, ayudándote con las manos, impregnalas muy bien con la mezcla para que se distribuya por todas partes (por eso, es tan importante que las hojas estén bien secas; así, la pasta que formamos con el aceite saborizado se adhiere a ellas sin inconvenientes).

Por último, ubicá en placa para horno (puede tener rocío vegetal o papel manteca/para horno) cada trocito, evitando superponerlos para  que se cocinen de manera pareja y queden crujientes y sequitos.
Cociná en horno precalentado a temperatura mínima por algunos minutos (a mí no me llevó más de 5-7 minutos lograr la textura deseada). Revisá con frecuencia y dalos vuelta para que se cocinen en forma pareja (incluso, rotá las placas o asaderas que utilices para que reciban calor de manera homogénea).

Pasados unos pocos minutos, obtendrás unos chips-bocaditos deliciosos que sólo deberás dejar que se enfríen para poder comenzar a disfrutarlos. Te advierto que son muy sabrosos, livianos  y sanos. De modo que prepararte para darte una buena panzada sin mucha culpa y con mucho placer ;)

Algunas observaciones y recomendaciones finales: El aceite de coco de la receta pueden reemplazarlo por el aceite vegetal de su preferencia (oliva, maíz, girasol...). Entretanto, los condimentos de esta preparación pueden sustituirse por los de su agrado o ir variándolos para obtener chips-bocaditos de distintos sabores según lo deseen. En cualquier caso, pueden emplear para saborizar el aceite: curry, Garam Masala, cebolla deshidratada o en polvo, pimentón dulce, ají molido, perejil, cilantro, queso vegano en polvo/rawmesan... y agregarle semillas (sésamo, girasol picadas, amapola...).
Para hacer de esta receta una versión vegana, sólo deberán quitar el queso rallado de la lista de ingredientes, sustituyéndolo por las hierbas, especias y condimentos que más les gusten.
Más allá de que el kale/col rizada se ha puesto de moda en los últimos tiempos - ya que se consume en el mundo occidental desde el año 600 d. C. - y que, con ello, sus precio subió drásticamente, nuestras abuelas y bisabuelas le conocen/conocían desde hace mucho tiempo. Incluso, en algunas épocas y en algunos países era considerada más una maleza-mala hierba que no todo mundo miraba con buenos ojos y que, en muchas ocasiones, (en especial, si se gozaba de un buen pasar económico) se desechaba en lugar de consumirle. Eso no quita que, como bien dice el especialista argentino, Eduardo Rapoport: "Una gran cantidad de plantas consideradas  como malezas han servido de alimento a la humanidad desde el Paleolítico. Hay registradas más de 13 mil especies comestibles, pero la agricultura se ha concentrado en una pequeña selección de ellas. Durante varios siglos, algunas variedades como la avena, acelga, achicoria y rúcula eran catalogadas como "malezas" hasta que, por necesidad, el hombre aprendió a cultivarlas"... Pues bien, más allá de la moda, los beneficios de esta hortaliza están más que claros: Contiene más hierro que la carne y más calcio que la leche, es baja en hidratos de carbono y calorías (sólo 33 a 39 calorías por cada taza de verdura), contribuye a desintoxicar el cuerpo, es antiinflamatoria, ayuda a bajar de peso, es un poderoso antioxidante, reduce el colesterol, ayuda a combatir el cáncer (en especial, de ovarios) y las enfermedades cardíacas, protege al cuerpo de infecciones, ayuda a tonificar los músculos y es considerada un súper alimento por su contenido de vitaminas (A, C, K y complejo B), proteínas, ácido fólico, fibras (unos 5 gramos por taza) y minerales (potasio, hierro, calcio y magnesio).
Se recomienda consumir (en especial a vegetarianos y veganos) 1 taza y media de kale/col rizada por semana para disfrutar de todos sus beneficios, siendo la forma cruda la ideal. Podemos incluirlo en batidos, licuados y smoothies, ensaladas, purés, tartas, revueltos, salteados y un montón más de platos (ya verán que pronto se los presento en algunas otras recetas que ya vengo preparando en casa y que nos gustan mucho). Estos chips-bocaditos pueden consumirse como snacks saludables (llevándolos al colegio, trabajo, club,  gimnasio...) e incluirse en ensaladas o sándwiches para dar sabor y una textura diferente a los platos.

Recuerden que la clave fundamental de esta receta tan simple, rendidora y nutritiva es la correcta selección y preparación de las hojas: Cortarlas en pequeñas porciones lo más parejas posibles para que se cocinen de la mejor manera y secarlas por completo (con algo de dedicación, en especial, en los pliegues de los bordes) para que la mezcla de aceite, queso y condimentos se adhiera correctamente a cada trocito.

No sé si consumen habitualmente kale/col rizada o si han visto a este vegetal con ojos de desconfianza en mercados y verdulerías, pero bien vale la pena darle la oportunidad porque es muy sabroso y nutritivo. Aquí, en mi país (más espcíficamente conurbano bonaerense), sólo lo consigo en mercados orgánicos (sean físicos o virtuales) porque el verdulero me mira con cara de no entender de qué le hablo (¡y mucho menos si pretendo que sea orgánico!) cuando se lo nombro :D
De cualquier modo, estos snacks-chips son ideales para presentárselos a toda la familia porque nos permiten mostrarles un bocado muy apetitoso, en un formato distinto y a muy bajo costo (con cero trabajo-cero complicación) para picotear cuando nos invade el hambre, incluir en una picada como una tapa más, para incorporar en ensaladas o en sándwiches... En fin, si los prueban estoy segura que les gustarán muchísimo y ya sabrán qué lugar darles en su cocina de todos los días ;)
Nos reencontramos la semana que viene. ¡Pásenla muy bien, disfruten junto a sus seres amados y experimenten en la cocina!

Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas

Scrapdigital: ©Blue Heart Scraps/Joyful Heart Designs/Bouquet Garni Recetas