La tecnología desarrollada por científicos de la UNT permitirá la impresión de chips microfluídicos sobre tiras de papel de forma sencilla y económica, para el diagnóstico inmediato de enfermedades.
Las tiras reactivas son instrumentos de diagnóstico que permiten detectar de forma inmediata el nivel de glucosa en sangre de un paciente, realizar una prueba de embarazo o detectar cambios patológicos en la orina durante un examen rutinario. Basándose en este sencillo sistema de diagnóstico, un grupo de investigadores argentinos ha desarrollado un sistema de fabricación basado en la impresión de chips microfluídicos sobre papel, para diagnosticar enfermedades de forma inmediata con múltiples aplicaciones biomédicas, ambientales e industriales.
Estos chips incorporan una tecnología similar a la utilizada en las tiras reactivas, con la ventaja de utilizar poca cantidad de muestra y de reactivos en la fabricación de biosensores para el diagnóstico del colesterol o del nivel de glucosa, en el caso de las aplicaciones biomédicas, o bien, para la fabricación de biofermentadores para la detección de plagas en plantas o cultivos en el caso de las aplicaciones industriales.
Chips microfluídicos de papel
El proyecto surge a partir de una tesis doctoral sobre la fabricación de chips de papel para la detección de la enfermedad del Chagas, también conocida como tripanosomiasis americana. Una enfermedad parasitaria tropical causada por el protozoo flagelado Tripanosoma cruzi, que se extiende desde México hasta Sudamérica infectando entre 15 y 17 millones de personas cada año.
Las limitaciones de la tecnología actual para la fabricación de estos chips de papel, fue el punto de partida del equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina, para el desarrollo de un dispositivo de funcionamiento similar al de una impresora de inyección de tinta, con el objetivo de simplificar el proceso de fabricación de chips microfluídicos con la tecnología disponible actualmente.
El mecanismo de fabricación de chips diseñado por el equipo de investigadores dirigido por la ingeniera electrónica y doctora en bioingeniería, Rossana Madrid, permite la impresión a nivel microscópico del fluido reactivo sobre soportes de papel de 2 x 2 centímetros, mediante un cabezal óptico de posicionamiento XY que va dibujando a nivel micrométrico los canales de circulación de fluido a partir de la impresión de los reactivos sobre el soporte de papel.
Los costes de la tecnología actual para la fabricación de chips microfluídicos difitultaba la viabilidad técnico-económica para la futura fabricación y comercialización de los chips de papel. Pero con la tecnología desarrollada por los investigadores se simplifica notablemente el proceso y la infraestructura necesaria para su producción de forma sencilla, económica e inmediata. Esta nueva generación chips que diagnostican enfermedades permite disponer de un sistema de diagnosis rápido, económico y sencillo, para el diagnósticos de enfermedades de todo tipo y su posible implementación en otros ámbitos en los que se requiera un método de detección inmediato y económico basado en la tecnología de impresión micrométrica sobre papel.