En esta ocasión es Intel la que presenta su nueva apuesta en este mercado bajo el nombre comercial Iris, su próxima generación de chipset con gráficos integrados y que utilizará la arquitectura Haswell. Este tipo de sistema representa varias ventajas respecto a optar por unos gráficos dedicados, como son menor consumo energético, menor emisión de calor y un menor precio. Es por ello que inicialmente sean perfectos para ordenadores portátiles, donde es crítica la duración de la batería o molesto el calor excesivo.
Según Intel, con Iris podrá ofrecer un rendimiento muy superior al obtenido con la actual gama, concretamente el doble en los empleados en portátiles y hasta el triple en ordenadores de sobremesa. Para la marca es indispensable que el cliente sepa cuando está ante un producto capaz de competir contra gráficas dedicadas de Nvidia o AMD por lo que solamente se denominaran Iris los chipset destinados a los portátiles más prestacionales y ordenadores de sobremesa, dejando el actual Intel HD para tablets y ciertos portátiles.
Después de analizar toda la información, queda una idea clara. No podrán sustituir a una gráfica dedicada en cuanto a rendimiento, pero presentan una opción realmente buena para aquellos casos en los que no se busque jugar con gráficos a máxima resolución o para los usuarios de ordenadores portátiles a los que les guste echar una partida de vez en cuando.