Hace tiempo que los pianistas chinos están copando escenarios y grabaciones, evidentemente con desigual resultado artístico, aunque técnicamente dan miedo y se les suele tachar de falta de madurez (aunque también hay maduros a los que tachar de "juveniles"). Los solistas de hoy, incluyendo al primero, y por lo que voy escuchando esta tarde, pienso que el lugar, día y obras marcan a los intérpretes, razón por la que estoy degustando auténticas joyas.
Evidentemente la Cartuja de Valldemossa (Mallorca) no podía estar ajena al centenario y leo que también celebran en estos momentos "su concierto homenaje". Por su parte la prensa tanto nacional (Ruiz Mantilla en El País de hoy) como regional (Cosme Marina en el Suplemento de Cultura del pasado viernes en LNE, con esa caricatura del gran Pablo García que ilustra el cierre de hoy) han aportado su "granito de arena" recordando a la figura que nos ha enamorado a todos del piano.