¡Hola amigos! Este primero de enero decidimos festejar el comienzo de un año nuevo con una escapada a los alrededores de nuestra ciudad, que sino sabéis es Madrid, y decidimos hacer poco mas de 130 kilómetros a descubrir los llamados pueblos de arquitectura negra en Guadalajara (Castilla La Mancha). Aunque las temperaturas eran bajo cero y en el camino había mucho hielo por lo cual extremaríamos las precauciones, no nos fue impedimento para disfrutar del paseo. El primer día recorrimos varios pueblos entre ellos Tamajón, Campillejo, El Espinar, Campillo de las Ranas, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos y Galve de Sorbe de los cuales hablaré mas adelante y en la segunda jornada practicaríamos senderismo en la caminata hacia las Chorreras de Despeñalagua de lo que trata hoy esta crónica.
En Valverde de los Arroyos
La caminata hasta las cascadas es muy fácil si prestas atención jajaja. Se parte de la plaza principal (única) del pueblo Valverde de los Arroyos, son aproximadamente unos dos kilómetros de ida, total cuatro, y te diriges andando hasta el campo de fútbol, allí encuentras un cartel que te indicará el camino, hay tres sendas: 1) Pico Ocejón, 2) Majalrayo y 3) Chorreras de Despeñalagua.
Como bien nos indica el cartel, la gente fue haciendo caminos alternativos y esto lleva a confusión, nosotros mismos caminamos de mas debido a nuestra equivocación, es por ello que solamente sigue el camino que en el costado hay una cacera de canalización del agua para riego y al llegar al final te encuentras con la chorrera.
Valverde de los Arroyos, plaza principal
Vista de Valverde desde el campo de fútbol
El comienzo del sendero
El camino en sí no es peligroso, es apto para familias y en caso de personas mayores hay una parte donde deben extremar la atención por la cantidad de piedras sueltas. Como dije anteriormente si sigues el tubo de canalización no tienes porque confundirte, nosotros nos desorientamos un poco y caminamos hacia abajo al arroyo para luego volver a subir y retomar el camino inicial. Se cruza un arroyo (Pradezuela) entre piedras y se escuchan los sonidos de las caídas de agua. Es una pared de mas de 120 metros de altura, además si te gustan las aves aquí hay muchisimas que sobrevuelan el cañón, Mas o menos el tiempo de que te puede llevar son entre cuarenta a cincuenta minutos para llegar.
Camino con piedras en subida
El tubo que lleva el agua de riego al lado del camino
Manuel al lado de la canaleta abierta
Cuando finalizas el camino te encuentras con una enorme pared donde hay varias chorreras o cascadas, como es época invernal hay muchos tramos congelados y el caudal no esta en su esplendor como en el verano, pero vale la pena sentarse un ratillo y luego se regresa por el mismo camino, no es una ruta circular. Mucho cuidado cuando atraviesas las rocas pues había una fina capa de hielo y los dos nos resbalamos y fuimos a parar al suelo jajaja entre risas e insultos fue la anécdota de la jornada.
Parte de la cascada congelada
Pared de las chorreras de Despeñalagua
Vistas desde abajo sobre el arroyo
Final con puchero manchegoY cuando bajamos de nuevo al pueblo, con el frío que teníamos en el cuerpo decidimos almorzar algo calentito como una sopa o un puchero de esos platos de cuchara grande, recomiendo el bar frente al ayuntamiento, donde también la dueña tiene casas rurales de alquiler, ella muy amable al no tener lugar nos busco alojamiento en el siguiente pueblo, donde dormimos en Galve de Sorbe. Nuestro descubrimiento: Nunca pensamos que esta zona de la provincia de Guadalajara sea tan montañosa, con caminos sinuosos y con bastante desnivel. El verde y las lajas negras con que están construidas las casas, forman un hermoso contraste digno de ver.
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Fotos y Textos de Alejandra Castro Nuñez, excepto mención especial.
©viajarcuesteloquecueste.com
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