Christian Hertel | Los restos permanentes
abro el mantel
pongo dos platos
dos copas
los cubiertos
en la mesada de la cocina
termino de condimentar
antes repaso
servilletas
sacacorchos
Duke Ellington
sirvo su plato
sirvo el mío
dejo caer el vino en su copa
en la mía
doblo en forma de triángulo
una servilleta para cada uno
espero que el humo del plato
me cubra la cara
apoyo los codos sobre la mesa
y hago de cuenta
que se ha retrasado
/
un viento desigual sacude
las lonas del patio
blandos martillazos del norte
arman el compás de la mañana
en cada embate furioso
los pájaros que bajan, tímidos
por las migas del desayuno
se alejan
cierto parecido en la condición
no saber cuánto ha recorrido
esta araña
que viene decidida, vital
a terminar en mis manos
/
cuando terminó de plegar la última caña
subió a la cabina trasera de la Ford
un calentador a gas
un chaleco
frascos vacíos para guardar el maíz
la cajita amarilla de anzuelo y plomos
y una valija muy grande
que no usaba en los viajes al dique
con mi tío
entonces, fue cuando le pregunté
si mamá estaba de acuerdo
en que se fuera a mitad de semana
y a pescar
Christian Hertel (Córdoba, 1983), Los restos permanentes. Borde Perdido Editora. Córdoba. 2015.