Además de sus habilidades actorales, Lee era un excelente estudiante, lo que lo ayudaría a conseguir una beca en el Wellington College. Al igual que su padre, Christopher era un espléndido deportista, destacándose en deportes como squash, esgrima, y rugby, entre otros. Además tenía una habilidad especial para aprender distintos lenguajes, gracias a lo cual habla de manera fluida francés, italiano, español, y alemán, además de hablar algo de sueco, ruso, y griego. La actuación sin duda era una de las cosas que más apasionaba a Lee. Sin embargo, no estaba muy seguro si quería dedicarse a la actuación toda su vida. Viniendo de una familia de nobles, Christopher pensaba que si seguía la carrera de actuación solo le traería vergüenza a su familia. Por ese motivo él conseguiría trabajo como mensajero en una oficina de Londres. Una vez que comenzó la Segunda Guerra Mundial, Lee pasaría cinco años trabajando para la RAF y para la inteligencia británica. En el ejército alcanzaría el rango de teniente, y sería condecorado por sus distinguidos servicios, particularmente durante la Guerra de Invierno donde tuvo que ayudar a contener el ataque de la Unión Soviética a Finlandia.
Ese mismo año, el actor pasaría su primera gran vergüenza. Mientras filmaba uno de sus primeros trabajos, se enteró que en un estudio vecino estaban filmando “Hamlet” (1948), la cual estaba protagonizada por Laurence Olivier. Afortunadamente para Lee, su viejo amigo Patrick Macnee se encontraba trabajando como extra en dicha producción (también estaba trabajando en dicha cinta Peter Cushing, quien sería su famosa co-estrella algunos años después al interior de la Hammer), quien lo invitó a colarse en el estudio con el fin de observar al legendario Oliver mientras trabajaba. Si mantenía su boca cerrada, Lee tendría la oportunidad de vestirse como soldado para así obtener una vista privilegiada. Todo iba bien hasta que el actor que interpretaba a Claudius gritó, “Dame algo de luz”. A un lado del escenario, y de forma completamente inconsciente, Lee gritó: “¡Luces!”. Una vez que se percató de su error, salió rápidamente del set. Durante los siguientes diez años, Lee aceptó todos los roles que le ofrecieron. Participó en dramas de época como “Captain Horatio Hornblower” (1951) y “Moulin Rouge” (1952); en cintas de aventura como “Innocents in Paris” (1953) y “The Crimson Pirate” (1952); y en algunas cintas bélicas como “Cockleshell Heroes” (1955) y “The Battle of the River Plate” (1956).
Gracias a este papel, Lee obtuvo quizás el rol más importante de su carrera; el de Drácula en la cinta de Fisher, “Horror of Dracula” (1958). Lee interpretaría a Drácula al interior de la Hammer en varias ocasiones, generalmente acompañado de Peter Cushing, hasta 1974 (también interpretaría el mismo rol para otros directores, como por ejemplo Jesús Franco). Lee interpretaría nuevamente al mítico vampiro en, “Dracula: Prince of Darkness” (1965). El actor, que no quería ser encasillado en el papel, vio como la Hammer virtualmente lo “chantajeaba” para que participara en las siguientes cintas del vampiro, recordándole que serían muchas las personas que quedarían sin trabajo si él no aceptaba dicho rol. Su participación en “Dracula Has Risen from the Grave” (1968), “Taste the Blood of Dracula” (1969), y “Scars of Dracula” (1979), fue bastante reducida, pero de todas formas las cintas resultaron ser éxitos de taquilla. Aunque a Lee no le agradaba demasiado lo que la Hammer estaba haciendo con el icónico personaje, los espectadores alrededor del mundo consideraban estas cintas como verdaderos clásicos del género.
Desde la segunda mitad de los setenta, Lee evitó participar en cintas de terror. En 1962, su primo Ian Fleming le había ofrecido el rol del villano en el primer film oficial de James Bond, “Dr. No” (1962). Entusiasmado por la idea, el actor aceptó el papel, pero los productores terminaron seleccionando al actor Joseph Wiseman. Recién en 1974, Lee obtendría el papel del enemigo de turno de 007 en la cinta, “The Man With the Golden Gun” (1974). En 1977, se mudó a los Estados Unidos junto a su esposa, la pintora danesa Gitte Kroencke, y su hija Christina. En Norteamérica, su primer rol lo obtendría en la cinta “Airport ´77” (1977), donde pasaría bastante tiempo junto a Jack Lemmon. Posteriormente, el director John Carpenter intentaría contratarlo para interpretar al doctor Sam Loomis en la cinta, “Halloween” (1978), pero el actor rechazó la oferta. Más tarde, Lee declararía que una de las cosas de las que más se arrepentía durante su carrera, era no haber aceptado el papel en el film de Carpenter. Ese mismo año, Lee sorprendería a muchas personas cuando accedió a participar en la popular serie de la NBC, “Saturday Night Live”. Al año siguiente, el actor interpretaría al oficial alemán Wolfgang Von Kleinschmitd en el film “1941” (1979), del director Steven Spielberg.
Sir Christopher Lee sigue participando en diferentes cintas hasta el día de hoy. Durante su extensa carrera (que involucra alrededor de 260 películas), el actor ha tenido la posibilidad de interpretar diversos roles, pese a que comúnmente es asociado al género del horror. Profundamente cosmopolita, el actor ha filmado películas en ruso, italiano, francés, español y alemán, y además ha trabajado con directores de la talla de John Huston, Joseph Losey, Billy Wilder, Mario Bava, y Steven Spielberg, entre otros. Lee incluso se dio el lujo de plasmar su pasión por la música, participando en un puñado de bandas sonoras de diversas películas y grabando algunos discos más personales, como el álbum “Revelation”, donde realizó covers de canciones de distintos géneros musicales. Christopher Lee es una verdadera leyenda viviente, cuyo legado ha quedado inmortalizado en las numerosas producciones cinematográficas en las cuales participó y sigue participando.
por Fantomas.