Aunque soy madrileña corre sangre segoviana por mis venas, por las dos vías. Eso explica que me encante el cordero. Me rindo ante un buen asado al horno (ver mi entrada sobre el cordero asado al estilo segoviano pinchando aquí), pero también soy una devota de las chuletitas de lechal.
Como podéis ver en la foto, están un poco churruscaditas, pero es que es el punto que a mi me gusta. Sólo hay que acompañar con unas patatitas fritas, una ensalada verde y descorchar una botella de un buen Ribera del Duero. El placer está asegurado...
Para 4-5 personas:
- un costillar entero de cordero lechal cortado en chuletillas
- aceite de oliva Virgen Extra
- sal gorda
- patatas fritas
- lechugas verdes variadas
Se pone una sartén grande o plancha a calentar y se agrega una pizca de aceite de oliva. Cuando esté muy caliente se fríen las chuletas por uno de los dos lados primero y luego un par de minutos por el otro lado, dejándolas en el punto que os guste.
Se sacan de la plancha con unas pinzas y se espolvorean con sal gorda. Se sirven inmediatamente con unas papas fritas y ensalada.
Desde luego en casa cayó el costillar entero para los cuatro (incluso las chuletillas de riñonada).